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Con una organización desfasada por casi una hora, los presentes por fin entramos al foro, no sin antes ver salir a la agrupación de Toro y Moi por la puerta principal. Irónicamente, la mayoría de las personas desconocieron por completo a los integrantes, e incluso –lo juro– escuché a alguien que osó decir: "Oh, mira, Kalimba vino de invitado".
Una vez adentro, tuvimos que esperar todavía otra maratónica media hora para oír las primeras notas de Salón Acapulco. Esta banda mexicana se distingue por combinar en vivo ritmos tropicales con mezclas y tuvimos la oportunidad de escucharla este año en el Carnaval de Bahidorá. Aunque el grupo se presentó con solo tres de sus integrantes, dieron un vibrante live act —con sólidas percusiones y una estridente trompeta— que prendió al público que ya tenía más de una extremidad entumecida.
Al concluir su turno, esperamos todavía unos minutos más para el gran evento, y fue debido a que producción decidió soltar tanto humo como el recinto fuera capaz de alojar. Ya con un escenario bien denso y misterioso, los miembros de la banda fueron apareciendo uno por uno hasta que salió Chazwick Bradley Bundick, quien fue calurosamente recibido con las mañanitas por un grupo de fans por sus recién cumplidas 29 primaveras.
El grupo abrió la noche con las psicodélicas “Half Dome” y “Buffalo”, dando pie a lo que sería una presentación algo sobria, sin interrupciones, pero con una ejecución magistral. Sobre todo, las canciones del más reciente álbum, What For? (2015), se escuchan sensacional en vivo. Desde el escenario, Chazwick realmente transmite carisma y buenas vibras para todos.
Tiempo después halagaron a los presentes con “Talamark”, un bocadillo hipnótico de su primer disco, y con “Still Sound”, pieza también clásica y muy alegre que animó a unos cuantos a mover las caderas. Siguieron “The Flight” con su genial solo en teclados y “Lilly” con su pegajoso slapp bass, canciones que hicieron a varios levantar las manos para perderse al unísono. En un momento, se ganaron unos intensos aplausos de los presentes debido a una interesante transición que realizaron entre “Rose Quartz” y “So Many Details”.
Ya cerca del final, fue el turno de las tiernas “Run Baby Run” y “What You Want”, con sus sedosas letras que te enchinan la piel y te sacan una “lagrimita Remi”. De la nada, llegó “Say That” que volvió a mover a los cautivos de la noche con ese ritmo que rebota y su adictivo coro “I know I can't always be home but I never left, don't think like that!”.
Al terminar, por fin tocaron la canción más esperada por todos: “New Beat”, con su armonía chillwave que te empapa hasta la médula. A media interpretación, “Chaz” tomó el micrófono para presentar a la banda y anunciar que ya solo había una pieza más, que fue la positiva y hermosa “Empty Nesters”.
Desafortunadamente —y contrario a lo que generalmente ocurre– esa sí fue la última canción de la noche, ya que no hubo encore y más de uno nos quedamos con las ganas de escuchar “Yeah Right”, pieza con la que generalmente cierran sus presentaciones, o incluso su cautivante cover de “Multi-Love”.
Este concierto marcó el primer aniversario del sensual foro SALA, al que se le desea muchos años más para que siga alojando bandas interesantes como lo ha hecho hasta ahora.