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Es bien sabido en todo el mundo que el público mexicano es uno de los más fieles, por eso no es de extrañarse que algunos músicos vengan cada año e incluso parezca que ya tienen departamento en la Condesa. Tokyo Ska Paradise Orchestra es una de esas bandas que visita México cada que tiene oportunidad y que, sin importar el tamaño del recinto, siempre consigue agotar las entradas.
Habían pasado apenas tres meses desde su participación en el festival Non Stop Ska! cuando se anunció una nueva fecha en El Plaza Condesa. Como era de esperarse, para el día del show no había ni un solo boleto disponible, por lo que desde muy temprano el lugar se comenzó a llenar de revendedores en busca de hacer negocio.
Tras 10 minutos de retraso, que fueron aprovechados para beber la mayor cantidad de cerveza posible, la banda por fin salió al escenario y arrancó con “Skull Collector”. Los cientos de personas, y hasta niños, que se habían dado cita se convirtieron inmediatamente en una enorme masa de cabezas saltando y manos al aire que no se detenía ni para tomar aire.
A diferencia de ese público cada vez más común que va a platicar y a tomarse fotos a los conciertos, los fans del ska llevan la música en la sangre. Su energía y pasión son tan contagiosas que siempre logran cimbrar el sitio donde están parados. Saben bien que se trata de un momento de comunión entre ellos y la banda, y que es el espacio perfecto para bailar, disfrutar y olvidarse de todo aquello que aguarda afuera.
“Battle of Tokyo”, “Natty Parade” y “Storm Rider” sonaron impecables y funcionaron como el perfecto preludio para la primera invitada de la noche: Kavka Shishido. Tras mostrarnos un poco de su talento en la batería, la cantante japonesa tomó el micrófono para saludar en un casi perfecto español y luego entonar su versión de “Recuérdame”, tema principal de la película Coco.
A pesar del cansancio y el sudor, la gente nunca paró de bailar; menos cuando el clásico de Madness, “One Step Beyond”, comenzó a sonar. Sin darnos cuenta había pasado ya más de una hora de show, aunque todavía era temprano, cuando llegó la segunda sorpresa: la cantante puertorriqueña ILE, quien subió al escenario para “Te quiero con bugalú” y “Tategaki no ame”, canción originalmente interpretada por Yoshie Nakano.
Cuando tienes al frente a una banda de ese calibre es difícil elegir un momento como el más especial de la noche, pues ni un solo minuto tiene desperdicio. Tras “Pride of Lions” y “Down Beat Stomp”, con la energía a tope, la banda salió del escenario un par de minutos para después volver con un pequeño encore que incluyó una emotiva versión de “Cielito lindo” y despedirse finalmente de su amado público mexicano.
Las luces se encendieron y la gente comenzó a salir con la convicción de que con la Tokyo Ska Paradise Orchestra no hay falla, no importa si se trata de la primera, tercera o sexta vez que tienes la oportunidad de verlos en vivo. Son la viva prueba de que el ska no tiene fronteras. El ska es amor. El ska es vida.