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Franco o como todos lo conocemos: Tino El Pingüino, presentó su reciente EP en el Auditorio BlackBerry. Con un público fiel y ansioso por verlo en vivo, el venue, que se encontraba lleno a dos terceras partes de su capacidad (quizá tres cuartas), se llevó hora y media de uno de los mejores raperos que ha dado nuestro país, y si no lo es seguro sí es uno de los más revolucionarios.
La noche empezó con Noa Sainz, cantante de R&B, que poco a poco se está haciendo un lugar en los corazones de los fanáticos de ese género, a veces comparada con Girl Ultra por su estilo musical pero que cuenta con una voz particular que la ha llevado en poco tiempo a ganarse un espacio en los escenarios propios del género.
Siguió Fermín Sánchez, mejor conocido como el de la voz espectacular de The Guadaloops, proyecto en el que también participa Tino, y que cuenta con la misma o quizás más fama que la del rapero como solista. Sus canciones recuerdan justo a la primera etapa de la banda, previo a la entrada del MC. Soul y R&B, combinados perfectamente con una impecable instrumentación arrancaron aplausos del público ansioso por escuchar rap.
Por fin había llegado la hora, el show de Tino El Pingüino comenzó con una pista instrumental. Un beat apegado a la música electrónica y unas luces blancas horizontales paralelas que sirvieron de cortina para que la presencia inicial del rapero se viera un tanto mística, saltando y arengando a sus seguidores por detrás de las luces.
El repertorio elegido se podría dividir en dos: primero la presentación de Diarquía, su reciente EP que consta de tan solo dos canciones, ambas de más de 7 minutos de duración y que muestran a un Franco mucho dispuesto a experimentar y romper estereotipos de su manera de rapear, de hecho, al momento de presentar “Época”, la más larga de los dos temas, pronunció una suerte de discurso argumentando que, a diferencia de la percepción pública sobre su música, él nunca ha estado interesado en complacer a la industria con canciones “radiables”.
La segunda parte consistió en repasar los temas más exitosos de sus cuatro trabajos anteriores, de los cuales resaltaron aquellas pertenecientes a Tu Antihéroe Favorito, disco que marcó un antes y un después en la historia del hip hop nacional, llevándolo a un territorio clase mediero, que poco había sido explorado por los raperos mexicanos hasta ese momento.
Quizás la noche llegó a un climax cuando Franco invitó a Fermín Sánchez, conformando así la alineación de The Guadaloops, complementada por Ferdinand que sirvió de DJ y bajista durante toda la presentación. El lugar retumbó con la interpretación de “Nunca es tarde”, canción que se ha convertido en un clásico, no solo de la banda, sino también del rock-hip hop nacional. La noche terminó con “Fractúbela”, otro nuevo clásico esta vez sí de la mano de Tino como solista.
La noche fue casi perfecta, solo le faltó un lleno total para coronarse como uno de los grandes eventos del hip hop nacional, como lo fueron los conciertos de Lng/SHT y Sabino en meses recientes.
Es raro el fenómeno de Tino El Pingüino. Por un lado llegó a cambiar la industria del rap nacional, dominada por la temática pandillera, hablando sobre temas más reales para los consumidores de la clase media. Por otro lado, parece que su crecimiento ha sido un poco más lento de lo esperado, teniendo en cuenta que raperos como Lng/SHT, Sabino o Alemán, han crecido a pasos agigantados explotando el nicho que Tino ayudó a moldear de años atrás.