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Cuando nuestra querida Indie Rocks! llegó a los 9 años de triunfante periodicidad como medio impreso y digital en la industria de la música, lo celebramos en grande con Belle and Sebastian, Gepe, Camilo VII, Basement Jaxx, La Femme y The Wailers. ¿Lo recuerdan? Nosotros sí, como si hubiera sido ayer, pero no, precisamente ayer ocurrió lo que muchos esperaban con ansias desde hace mucho tiempo, sería la primera vez que Thee Oh Sees pisara territorio chilango, porque por allá del 2010 tuvieron presencia en MTYMX, un festival de cuatro días que, según cuentan, no fue del todo bien organizado.
El primer día de nuestra #SemanaIR fue brutal gracias a The Risin’ Sun y a la nueva alineación de Thee Oh Sees, comandada por el desafiante John Dwyer.
The Risin’ Sun invocó a los dioses del rock psicodélico con su gran estilo y estética revival de esa época (melenas largas y rizadas). Retorcijones en el escenario, chirriantes solos de guitarra en manos de Dementis, increíbles solos de batería gracias a Alexx Weber y un increíble ritmo en el bajo de Pony, hicieron de su show algo impresionante, no por nada han tocado en en los mejores festivales de psych rock de Estados Unidos.
¿Quién es John Dwyer?
Antes de la medianoche aparecieron las baterías gemelas de Ryan Moutinho y Dan Rincon muy en frente del escenario. ¿Dónde se colocaría John Dwyer? Uno de los frontmans más desafiantes de garage californiano estaba ahí, parado en la esquina del lado derecho. Un amigo dice que ellos son los papás de todos, pero yo creo que tras once álbumes de estudio y varios cambios en la alineación, Dwyer viene siendo el papá de todos, él ha logrado sacar a flote a Thee Oh Sees.
Para muchos, si no es que la mayoría de los ahí presentes, ésta era la primera vez que verían un acto en vivo de Thee Oh Sees. No hubo mejor manera de dar inicio, los californianos desenfundaron “The Dream”, quizá la canción más emblemática de la banda. Todos enloquecieron, se armó el slam y crowdsurfing.
Hubo algunos problemas técnicos, sí, pero siempre he comprobado que depende mucho del lugar donde te encuentres, no es la mismo recibir ondas desde el costado de una bocina a percibirlo desde la zona V.I.P (engalanada por Bacardí) o desde la trinchera de un slam, donde también hubo mujercitas (me incluyo). Además, para el público conocedor, es indispensable usar ear plugs para disfrutar al máximo.
Notamos a un John Dwyer exigente, pero que entiende las dificultades y sigue adelante. El repertorio que tienen es inacabable, sin embargo el setlist estuvo curado de una manera equitativa, eligieron “Plastic Plant” del nuevo álbum A Weird Exits, la inconfundible “Toe Cutter / Thum Buster” del Floatin Coffin, “Whitered Hand” y “Sticky Hulks” del Mutilator Defeated At Last y una versión extensa de “Contraption / Soul Desert” del Carrion Crawler /The Dream y otras más.
Esperábamos armarnos algo de merch de la banda (unas playeras, unos pines) pero solamente hubo a la venta algunos vinilos del repertorio de La Roma Records, como el Putrifiers II, Help y A Weird Exits (qué triste).
En todo momento, John y compañía se mostraron concentrados, pero eso no le impidió al maestro de maestros darse oportunidad de agradecer (haciendo uso del español) al público, símil de un escuadrón de guerreros que dan su vida en el slam. El bajista Tim Hellman olvidó sus tenis en algún lugar, se le veía cómodo y sin preocupaciones. Al final, ni el estruendo, ni los altos y bajos del audio, ni el cansancio impidieron que nuestra primera vez con Thee Oh Sees fuera explosiva e inolvidable.