
05/Nov/2012
Mientras en las redes sociales algunas personas se daban golpes de pecho y rogaban a la población mexicana que no celebrara Halloween, en el José Cuervo Salón se vivió una Noche de Brujas digna de una película para adolescentes.
Para tranquilidad de los clavados que creen que festejar Halloween es sinónimo de aplastar nuestras tradiciones mexicanas, el recinto estaba decorado con papel picado y una discreta ofrenda dedicada a los grandes de la música (Cobain, Presley, Morrison, Winehouse) .
En el fondo se escuchaba Fernand, quien fungió como telonero y gracias a los valientes que fueron disfrazados, el ambiente era festivo. Había de todo; Slutty Pumpkings, Jack Sparrows, calacas, brujas improvisadas, un Mario Bros y una que otra chava que aprovechó la ocasión para vestirse de puta.
A pesar de ser una minoría, los disfrazados fueron los más cotizados de la noche, pues varias personas se les acercaban con el pretexto de tomarse fotos. Además, para las mujeres disfrazadas hubo 2 x 1 en bebidas.
Tras momentos de convivencia, donde el evento parecía más una Kermesse que un concierto, The Temper Trap apareció en el escenario, y a pesar de que el recinto no estaba lleno, la respuesta del público fue sorprendente.
El cempasúchil en el escenario contrastó con los disfraces de la banda: Toby Dundas (baterista) de vikingo, Lorenzo Sillitto (guitarrista) de mariachi/calaca, Jonathon Aherne (bajista) de El Zorro y Dougy Mandagi (vocalista) de marinero (parche en el ojo incluido).
"London´s Burning", seguido por "Never Again", fueron los temas elegidos para iniciar el concierto. Dougy saludó a los asistentes: "México you know how to sing along!" Después recordó cómo en el Corona Capital 2011, el público cantaba tan fuerte que él mismo no podía oírse: Dicha anécdota se tradujo en una enorme ovación por parte del público.
Tras un par de canciones llegó el primer momento memorable de la noche; sonó "Love Lost" que además de ser coreado, fue acompañado por las palmas de todos los presentes. La gente continuó cantando y muchos de ellos no resistieron a la tentación de capturar el momento con su celular.
Los australianos siguieron entregándose en el escenario, tocaron "Trembling Hands", "Miracle" y "Science of Fear" pero fue con "Drum Song" y su gran instrumentación, que dejaron al público sediento de música.
La banda salió del escenario pero el público no paraba de pedir más, después de todo, era obvio que tenían que volver para interpretar su mayor éxito.
Tras pocos minutos de espera, The Temper Trap reapareció en el escenario y Dougy anunció que cantarían un par de canciones más. Entonces comenzó a sonar "Soldier On", a la cual siguió "I'm Gonna Wait", cuyo título parecía un presagio pues el público tuvo que esperar hasta los últimos minutos del concierto para escuchar "Sweet Disposition", cuyo coro fue repetido por los asistentes como una especie de oración.
Y es que no hay duda que si bien The Temper Trap es algo más que una banda con un one hit wonder, "Sweet Disposition" se ha convertido no sólo en la canción que forjó su carrera sino en el himno indiscutible de una generación.
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