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A juzgar por la cantidad de boletos regalados y la promoción de dos tickets al precio de uno, parecía que el concierto de The Libertines en la Arena Ciudad de México había sido un rotundo fracaso. Sin embargo, al llegar al recinto era obvio que, aunque su enorme capacidad la hace difícil de llenar y en el área de pista sobraba bastante espacio, los británicos habían logrado convocar a un amplio número de personas, aún cuando en días pasados los concert junkies habían vaciado sus arcas en conciertos como el de Radiohead o Roger Waters.
La banda telonera fue Los McAllister, que volvieron luego de algunos años inactivos. El escenario fue sencillo. De fondo una fotografía de la banda principal con el ya legendario letrero de “The Libertines” en letras negras. Aunque pecaba de simple, los juegos de luces ayudaron a hacerlo más atractivo.
Pete Doherty apareció ataviado con una camiseta desabrochada y un sombrero, dejando ver que su cuerpo ya no parece sacado de un catálogo de Calvin Klein en la época del “heroin chic”. Durante todo el concierto, el polémico vocalista se tambaleó, al parecer por los efectos del alcohol. Sin embargo su actitud fue buena e hizo un esfuerzo por hablar en español y decir frases como “hola México”, “viva la raza”, “cabrones” y “gracias Mexico City”, entre otras.
Lo lamentable de la noche fue el audio. La calidad de la mezcla fue mala y dejó mucho que desear. Lo bueno del recinto es su impresionante pantalla, gracias a la cual hasta el más alejado del escenario pudo ver cada detalle de lo que sucedía en el escenario. Otra cosa a destacar es la vibra del público, que tuvo la mejor disposición para a través de cantos, gritos y bailes, hacer de la noche una inolvidable.
Del setlist, las mejor recibidas fueron, obviamente, las canciones viejas. El coro de “What Katie did”, fue coreado por todos, lo mismo que “Can´t stand me now”, “Time for heroes” y “The Delaney”. Tras desaparecer del escenario la banda volvió para un encore que incluyó la bellísima “Music when te lights go out”. En general y a pesar de los malos detalles del sonido y de que los que fueron a su concierto pasado en México digan que aquel fue superior, el concierto de The Libertines fue bueno. Ojalá la próxima que venga al país, Doherty nos regale también temas de The Babyshambles, pues sería increíble escuchar “Killimanjaro”.