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Este Día del Maestro y con contingencia ambiental en la Ciudad de México, The Joy Formidable dio su primer concierto en solitario en nuestro país en siete años. Ni el smog ni la altura impidieron que los galeses reventaran –figurativamente- las bocinas e hicieran vibrar a decenas de fans en el espacio íntimo del Foro Indie Rocks!.
Caía la noche después de una tarde lluviosa y el recinto aún se sentía vacío cuando se aproximaba la hora de los teloneros, la banda capitalina Useless Youth, que promociona su reciente álbum, Cities. Entre ritmos agresivos y guitarras reverbereadas, el cuarteto atrapó a los asistentes y para la mitad de su set ya se veía mucho más aforo. El vocalista, José Escandón, no dejaba de agradecer el cariño del público y de demostrar su emoción por abrirle a una banda de la cual claramente era fan.
El reloj marcaba las 22:00 H y se notaba la impaciencia de los fans, aunque desde antes el baterista Matt Thomas se veía afinando su batería en el fondo y algunos afortunados que llegaron temprano se encontraron al bajista Rhydian Dafydd afuera del Foro, se tomaron fotos con él y hasta le hicieron la plática cual cuate de toda la vida.
Finalmente salieron al escenario Thomas, Dafydd y la vocalista-guitarrista Rhiannon –mejor conocida como “Ritsy”– Bryan. Inmediatamente los asistentes se entregaron al poder de su rock alternativo cuando sonó el amenazador ritmo de “Y Bluen Eira”, corte que abre su más reciente material discográfico, AAARTH.
De ahí en adelante se sintió como una tempestad entre la furia de Thomas tras el kit, el estrepitoso bajo de Dafydd y el shreadding entre punk y shoegaze de Bryan. Temas como “I Don’t Want To See You Like This”, “Cradle”, “This Ladder is Ours” y “Little Blimp” sacudieron melenas e hicieron brincar a los espectadores, mientras que los más nuevos como “The Wrong Side” y la mística “Cicada (Land on Your Back)” también fueron parte del setlist.
Entre canciones la banda interactuó continuamente con la audiencia, Bryan y Dafydd relataron sus experiencias en México, sus intentos por aprender español y la jerga local, hablaron sobre los significados de algunas de las canciones e hicieron su mejor esfuerzo por enseñarnos a pronunciar algunos sonidos característicos de su lengua galesa. “It’s been so fucking long”, comentó Bryan en algún punto de la velada y definitivamente tenía razón.
Como The Joy Formidable no pisaba tierra azteca desde 2012, definitivamente buscó que valiera la pena la larga espera de sus fans mexas. El sábado 11 de mayo formó parte del cartel de la edición tapatía del Corona Capital, el martes 14 le abrió a White Lies en Monterrey y, para su tercer parada en México, consintió a sus fans más aguerridos con una combinación de sencillos y deep cuts que se remontaron hasta su EP debut, A Balloon Called Moaning, como “Ostrich”.
Los decibeles bajaron con una interpretación acústica de “A Heavy Abacus” y el encore trajo consigo el momento más especial de la noche cuando, a petición de un fan previa al show, interpretaron el tema “The Last Drop”. No conformes con la dedicatoria, decidieron bajar del escenario y tocarla en medio de la audiencia, completamente en acústico y desenchufados. Fue fundamental el silencio absoluto del público para apreciar ese momento mágico de un tema que no tocaban en años.
La presentación cerró de forma fragorosa con “Whirring”, si los espectadores no habían quedado sordos previo a ese momento, lo hicieron para cuando acabó su prolongado y frenético outro.
Por ahora, solo queda esperar que no tengan que pasar otros siete años para volver a ver a los galeses, The Joy Formidable tiene más que ganado su lugar en los corazones de muchos fans mexicanos. Es una agrupación que busca la continua innovación y que, como nos comentó su bajista en entrevista, aún cree firmemente en las guitarras en pleno 2019.