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Ya era hora de que la agrupación conformada por los gemelos Wyatt y Fletcher Shears se dieran una vuelta por la CDMX, y por fin lo hicieron para presentarse en un lugar que me pareció adecuado para la experiencia que The Garden puede brindar.
A mi parecer, los mejores conciertos no se originan en festivales con millones de asistentes en donde disfrutas de una variada selección de artistas en el transcurso de dos días. Sí, puede llegar a ser extremadamente divertido, y definitivamente yo mismo he tenido grandiosas experiencias en ese formato de música en vivo. Sin embargo, para mí, la verdadera magia sucede dentro de un foro que no calificaría como gigantesco, repleto de vigorizantes personas que evidentemente son fanáticas el acto que específicamente fueron a presenciar. Toda esa energía encerrada resulta en una experiencia inigualable y al final todas estas variables coincidieron en Bajo Circuito durante la noche del 2 de diciembre.
En general, fue un evento rebosante de genialidad. ¿Hubo puntualidad? Probablemente sí. La verdad es que me divertí tanto que nunca me molesté por checar los tiempos. ¿Producción? Algunos inconvenientes durante el inicio, pero nada significativo que llegara a representar una molestia. ¿Ambiente? Supongo que esto ya fue deducido con el segundo párrafo. El audio pudo ser mejor para las bandas teloneras, pero al final todo en conjunto resultó en una extraordinaria fiesta.
Desde el momento que comenzó explosiva apertura por parte de El Shirota se empezó a sentir el fervor por parte del público gracias a la intensidad con la que tocaron, en donde fue difícil no comenzar con los brincos y movimientos violentos con la cabeza, lo cual no paró hasta el final del evento.
Nelson y Los Filisteos fue la agrupación que se encargó de darle seguimiento a la velada con un fulminante acto lleno de garage y emoción, en donde tocaron su material más aclamado, al igual que nueva música.
Posteriormente llega la hora de amenizar la atmósfera con el shoegaze de Sadfields y su absorbente sonido otorgando un respiro al público como preámbulo a la agrupación estelar de la noche.
Finalmente llega el momento esperado de la velada. La gente está algo dispersa hasta que se asoma uno de los gemelos por el escenario ocasionando conmoción y que todos se aproximaran al escenario lo más cerca posible. Desde el instante que The Garden inicia su show, la energía se potencializa al máximo por la emoción que transmiten ellos mismos. Entre saltos y el inherente carisma de ambos hermanos, enloquecen al público desde los primeros minutos abriendo con el tema “U Want The Scoop?”, cantado por ambos integrantes al igual que todo el público.
De ahí en adelante, todo se tornó lleno de inquietud de la buena. Si Fletcher no estaba surfeando sobre los espectadores, mientras Wyatt cantaba y tocaba unos increíbles riffs en su bajo, él mismo mostraba sus asombrosas habilidades en la batería en donde ni siquiera había necesidad de realizar solos (los cuales si hubo), pues en las canciones se aprecia perfectamente inmensa destreza sin que sienta nada saturado. Durante la noche tocaron desde temas dentro de su material más novedoso como “Clay” y “All Access”, hasta sus canciones de su primer álbum como “Vada Vada” y “I'm a Woman” con las cuales cerraron. Otras piezas sacadas de su álbum haha como “Egg” y “All Smiles Over Here :)” tampoco se quedaron atrás, resultando en un set excesivamente entretenido y disfrutable. Al final me quedó claro que el verdadero atractivo de esta agrupación proviene de sus presentaciones en vivo.