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Como diría Alejandra Pizarnik en alguno de sus potentes ensayos “los sonidos de la música pueden acabar con los duros bordes de las cosas. Gracias a ella algo empieza a fluir y el que la compone (y también el que la oye) se vuelve capitán de un río”. Justamente la pista del majestuoso Salón Los Ángeles se convirtió en un rio cálido y caudaloso de baile y sabor gracias a Sonido Gallo Negro que nos regaló una noche de intenso goce sonoro a la altura de su nuevo material discográfico, Paganismo.
Qué mejor lugar para una noche de danza que el emblemático Salón Los Ángeles con su arquitectura pensada para los amantes de la pista y los buenos ritmos que nos recibió con su inigualable esplendor y magnífico ambiente que le ponía el toque exacto para engalanar la noche.
La pista y los altavoces fueron pre-calentados por Dr. Lakra, artista multifacético hijo del legendario Francisco Toledo, que en esta ocasión nos regaló un DJ set preciso para empezar la noche. Acto seguido, hizo su aparición el dueto Faux Real, que con un enérgico show lleno de coreografías bien montadas en medio del público, hicieron que ambiente comenzará sentirse de verdadera fiesta musical.
La hora esperada llegó y el Sonido Gallo Negro tomó posesión no solo del escenario sino de nuestros cuerpos y almas bailadoras. Lamentablemente, el inicio del show no fue el mejor debido a problemas de audio en las primeras canciones, quien se vio afectada en su participación fue Molly Lewis, que interpretó un par de temas “Silbadora” y “Tarántula” sencillos que recientemente nos había compartido la banda como adelantos del nuevo álbum. Lewis es de las pocas silbadoras profesionales de la industria y desafortunadamente no pudimos apreciar como hubiésemos deseado sus dotes musicales. El equipo técnico mostró sus habilidades y poco a poco fueron ajustando el sonido y pudimos disfrutar al maestro Ernesto Mendoza en el theremin, este instrumento que le da un toque muy particular y distintivo a SNG.
La fiesta siguió su curso y en el punto más álgido de la noche cayeron del cielo globos rojos, amarillos, blancos y azules que son los colores distintivos del arte de Paganismo. El público se encontraba tan entregado al éxtasis que comenzó el clásico slam y viborita en la pista que provocó una lluvia de chela y vasos. Más que un baile de parejas, que claramente no faltaron en la pista, fue un rito colectivo de entrega a la cumbia llevados de la mano por el hipnótico ritmo que caracteriza a Sonido Gallo Negro.
Cuando creíamos que todo estaba llegando a su fin y la banda se despedía del escenario, después de haber salido a tocar dos temas más a petición del clásico “¡Otra, otra, otra….!” y que, incluso, algunas personas comenzaron a abandonar el recinto, el conjunto volvió a reaparecer en el escenario “...la verdad es que no nos queremos ir , este es de esos toquines que parece que puede durar para siempre”. Sonido Gallo Negro nos deleitó con varios temas mas de su mas fino repertorio hasta casi la 1 de la madrugada.
Gabriel López, Julián Huerta, Israel Martínez, Enrique Casasola y Dr. Alderete nos presentaron su nuevo álbum Paganismo con un show maratónico que demuestra que la cumbia está más viva que nunca y que Sonido Gallo Negro esta en su mejor momento.