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Si por algo se ha caracterizado la Semana IR! es por ofrecer un abanico de propuestas que no siguen una línea de género o época. Cada año son capaces de complacer quizá al fan que creía que su artista no pisaría tierras mexicanas o también, hay quienes depositan su confianza en la selección y van para disfrutar y conocer.
En la línea del soul y funk, así como en 2018, se lucieron con la noche engalanada por Curtis Harding, esta vez el encargado fue Lee Fields y su banda The Expressions. Una presentación que, teniendo en cuenta todo lo dicho, estuvo colmada de presentes ilusionados con sentir vibras genuinas de esta música que tuvo su auge allá en los 70, y qué mejor que con un personaje que labró sus comienzos en esos mismos años.
Para inaugurar la noche, el productor y percusionista venezolano Orestes Gómez tomó el escenario, ahí, al centro, con su batería, pad y demás herramientas. Aunque no fue la mejor combinación por lo que estaba por venir con el acto principal y que también, Gomez sufría de los primeras señas de las fallas de audio que se avecinaban, resultó interesante tener una propuesta tan diferente como parte de los invitados a la Semana IR!. Dicho sea de paso, que no se acompañara de más músicos y que algunos instrumentos fueran pistas grabadas, le restó espectáculo. A veces no se distinguía bien lo que sonaba; lo bello, virtuoso, ambiental y hasta atmosférico que llega a ser su música en el stream y en las versiones de estudio, difícilmente se pudo igualar la noche del 4 de junio. Nos quedamos con ganas de escuchar en esplendor pistas como “Naua”, “Mala Maña” o “Calma Indefinida”.
Pasadas las 22:00 H y con las ansias a tope, salió la banda para hacer acto e ir moldeando el ambiente entre acordes y golpes de vientos de trompeta y saxofón. Benny Trokan, su guitarrista, presentó de manera estelar a: Mr. Lee Fields quien, con un saco de brillantes, se robaba toda la atención sobre el escenario.
La noche prometía pero... Comenzaron los inconvenientes. Desde la primera canción ("I'm Coming Home") se escucharon algunas fallas en el audio, algunos instrumentos más altos que otros, faltaba algo de claridad en lo que salía de los altavoces y, lo más importante, el micrófono de Lee no transmitía casi nada de sonido, lo cual, fue identificado por todos los presentes que a pesar de la gran y potente voz del nacido en Carolina del Norte, no se escuchaba más allá de los primeros metros del escenario. La banda continuaba con su set, pero las cosas no mejoraban, y eso que el público aplaudía al ver la entrega de Fields al mismo tiempo que reclamaba las fallas.
Después de pasar sin mucha emoción una de las que más se querían escuchar en la noche ("It Rains Love"), el show se tuvo que suspender unos minutos para arreglar los inconvenientes, mismos que afortunadamente después de algunos cambios, fueron mitigados. The Expressions repitió un acto de introducción y de nuevo presentó al mítico hombre del soul a tiempo de "You're What's Needed In My Life". De Inmediato las cosas se fueron al éxtasis, la ardiente voz de Lee erizaba la piel, estremecía las emociones, no perdió más tiempo y entonces soltó algunos de sus más grandes hits; "Ladies", "Will I Get Off Easy", "Wake Up" (este último par de su más reciente álbum) y coronar la primera parte de su set con una versión descomunal de "Faithful Man", que llevó las sensaciones del caos a la calma, de la serenidad a la locura, y todo conducido por la voz más espectacular de toda la noche en la que Lee no se guardó absolutamente nada.
La gente siguió ahí, fiel y esperando por más. Parecía que esto no había durado nada con todo y ese medio tiempo tomado para solucionar los problemas con el sonido. Porras y aplausos no faltaron en el encore y la banda salió de nuevo para lucir una ejecución exquisita y deliciosa de "All I Need", dejando ver que parte de la magia también era causada por sus intachables instrumentos. La joya de la corona fue puesta con "Honey Dove", no la pieza más álgida de su repertorio pero sí una de esas que queman a fuego lento y donde de nuevo, el frontman iba exponer de lleno su voz, y así fue. Por si fuera poco, llevando la pieza de estudio a niveles insospechados para lograr un final más que épico donde Fields prácticamente desgarraba su garganta sin restricción.
Desafortunados aquellos que no tuvieron la paciencia para esperar a la reanudación del show, si ya habíamos esperado por uno de los bastiones del soul más de 20 años, esperar unos minutos más no era nada. Para todos los que aguardaron ahí, fueron totalmente recompensados y más, quizá, en el recuento final Lee Fields quedó a deber algunas canciones de su primera época porque prácticamente todas las canciones de la noche abarcaron sólo sus últimos 10 años de carrera; de My World (2009) a It Rains Love (2019). Quizá al ver la conexión y magnifico recibimiento que tuvo en la Ciudad de México, vuelva pronto para seguir repasando su catálogo con sus fans mexicanos, para hacer que llueva amor (literalmente porque fue parte de los diálogos de la noche), para encender almas con el poder de su voz.