Róisín Murphy en el Teatro Metropólitan

¡Cuidado con la ley de Murphy!

Tenían que pasar más de dos décadas para que por fin tuviéramos la oportunidad de presencial un show de la Irlandesa. La realidad es que nunca se sabe como va a ser una gira de Róisín Murphy: por supuesto que siempre hay uno que otro hit, claro que hay baile y de vez en cuando hay complacencias pero nunca se va el factor sorpresa y la prueba fue su debut en el Teatro Metropólitan en dónde demostró que siempre hay lugar para más locuras en el escenario.

El show inició poco después de las 20:00 H en compañía de Disco Bahia, quienes podrían parecer a primera vista  lejanos a la propuesta principal pero por el contrario; Son una banda que propone una pista de baile diferente y no por ello menos aburrida. La voz de María llenó cada uno de los rincones del recinto que poco a poco fueron ganando la atención de los espectadores que sin duda se llevaron una grata sorpresa y un perfecto aperitivo para el platillo principal.

En ninguna de las giras de Róisín ha existido un gran despliegue de tecnología, por el contrario, entre más sencillo mejor  y entre más espacio para las locuras de la cantante mejor. En esta ocasión el show inicia desde camerinos, Róisín enfundada en una de tantas capas de ropa que veremos a lo largo de la noche y unos músicos que están al servicio de la cantante para distorsionar cada uno de los 16 temas que se tocarán durante la noche.

Una versión acústica de “Simulation” es el camino perfecto para llegar al escenario y poner a bailar al público que se entregó desde los primeros acordes. Por supuesto que hay tiempo para un hit, en este caso una versión distorsionada de “Overpowered” y una  menos acústica de “The Time is Now” de Moloko, pero también hay desafíos para el publico, pues esta noche se tocaron 5 temas inéditos que vendrán en su siguiente disco “Hit Parade”.

“Coocol”, “Fader”, “Freewill” y “Hurtz” demostraron ser rompepistas a su modo, navegando entre la electrónica y el r&b con la voz de Murphy como única constante. El resto es baile puro y directo en el que las versiones extendidas de sus canciones  cobran otro sentido: una pista de baile con DJ improvisado antes del EDM.

La cantante habló poco con su publico, pero en cada canción ofreció una variante al look que mantuvo casi toda la noche: vestidos enormes, zapatos aún más grandes y miles de capas extra que salían del escenario para formar un ente enorme que lo mismo se comía al publico que a sus músicos.

De los temas mas coreados  están "Something More" del  más reciente Róisín Machine  y un 2x1 en la versión de "Sing it Back", con su instrumentación original y el remix que todos ubican. Para la parte final se rescato el hit under “Ramalama (Bang Bang)”, para cerrar con dos temas que casi suman 20 minutos de show, el aun inédito “Can’t Replicate”  y el cover de Luca C “Flash Of light” con el que soltaba un escueto “muchas gracias”.

Al final la irlandesa regreso para cerrar con dos versiones (aún más) acústicas pero bailables de "Gone Fishing" y "Unputdownable" con la que regresa a su camerino y nos cierra la puerta para enviarnos a bailar por el resto de la noche. Quien siga la carrera de Róisín, sabe que sus shows por lo general son experimentos y los resultados pueden varias, una cosa es segura con todo el caos que un evento así genera… ayer no hubo nadie que estuviera sentado, la pista de baile está servida.