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Rhye en El Plaza Condesa

Rhye en El Plaza Condesa

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El Plaza Condesa

Artista(s)

Una voz que estimula y seduce los sentidos.

A veces parece que todo está a favor para la presentación en vivo de X o Y artista. Que la energía será casi por arte de magia y que el volumen del auditorio provocará fácilmente la percepción de que todo va marchando correctamente. Puede ser que sí, pero quienes no lo tienen tan fácil son aquellas agrupaciones que su música, no presume de ser estruendosa, álgida, ruidosa o cualquier adjetivo de esta índole. Tengo en la memoria aquella malograda noche de The Antlers en El Plaza en la gira su disco Familiars, y setlist que fue de más a menos, que hizo que poco a poco la gente se fuera y terminara el foro con un 10% de su capacidad a la última canción. Pensar que algo así podría pasar con Rhye no era muy osado, afortunadamente la gente respondió en todas las fechas que el (hoy grupo) canadiense se ha propuesto en México, y la capital no podía ser la excepción sorprendiendo con un sold out a pesar que ésta, "competía" con otras muchas presentaciones por el rumbo y festivales ese fin de semana.

El Plaza con lleno total pero con el suficiente espacio entre los asistentes para hacer que todo fuera ameno, recibió a Rhye eufórico por la solemnidad de Mike Milosh al frente, un individuo sereno y encantador que no necesita extravagancias ni malabares para hacer enloquecer a los asistentes, prueba de ello es que ni siquiera abrió el set con una de sus piezas más celebres o bailables. La palpitante "Verse" marcaba sus sinuosos compases para captar la atención y cuando Milosh esbozó la primera palabra, provocó reacciones de placer y fascinación en casi todos los receptores.

De eso trató la noche, de quedar cautivados por cada fraseo, cada susurro, cada caricia auditiva dada por la inequívoca voz del frontman de Rhye, revelando por supuesto composiciones incluidas en su reciente EP Spirit, de donde figuraron "Needed" y "Wicked Game" con uno de los lapsos más épicos llegando al desborde y locura instrumental en los integrantes de la banda, marcados por chelo y violín principalmente. Y de aquí otro de los puntos realmente sorprendentes; porque la banda se aventuró a volver canciones delicadas a poderosas, y lo hacían con una cadencia impresionante; en un momento podía estarse en un trance de abducción y en otro en una excitación producto de los jams instrumentales que de repente estaban ocurriendo, pasar de la calma al caos sin siquiera darse uno cuenta. El ejemplo de esto con "Taste", la muy funk "Phoenix" con una actuación de guitarra espectacular, la sensual y magnífica "Last Dance" (de lo mejor de la noche) o hasta en la versión alterna interpretada de la preciosa "3 Days", en la que Milosh dejo ver que además de la parte vocal participaría con una media percusión en la labor de potenciar los momentos cumbre de sus mejores canciones.

Puntos a destacar son varios, si bien ya entrados en el mood de la noche, cortes excelentes en el álbum fueron igual de excelentes en vivo ("Feel Your Weight", "Count To Five" o la casi disco funk "Hunger"), y a pesar de no haber adornos o parafernalia extra sobre el escenario más que músicos y sus instrumentos, Milosh cuidaba, buscaba que el entorno y la atención fuera especial para sus canciones. Pidió silencio absoluto para "Open" y dejar escuchar sus cuerdas del comienzo. Pidió oscuridad total antes del comienzo de "The Fall", a veces quería luces rojas, otras solo amarillas incluso pidió seguir con chasquidos. Haciendo siempre parte de las canciones al público y priorizando entregar la mejor versión de las mimas en ejecución e interpretación.

Al final, los aplausos y los gritos venían por reacción. Cuando el grupo lo permitía sin encadenar canciones, se aprovechaba para expresar gratitud sin descanso, se veía una cara de asombro inesperado en Milosh y la emoción de la banda atrás como diciendo dentro de ellos. "Esperábamos que nos fuera bien pero no tanto". Con pocas intervenciones también nos dejó saber que se sentía muy a gusto en tierras mexicanas, que el recibimiento había sido caluroso y acogedor. No era para menos, Rhye nos ofreció una exquisita y seductora presentación con lo más selecto de su de por sí ya selecto catálogo, convirtiendo una noche normal en una donde todos los sentidos fueron estimulados, de manera delicada y apasionante.