Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
Al principio del final, el primer material en vivo de Reyno, fue el pretexto perfecto que llevó al ahora dueto de músicos (Christian Jean y Pablo Cantú), a enfrentar un sold out en el Teatro Metropólitan. Ese recinto donde hace más de 5 años los vi por primera vez, le abrieron un show a Hello Seahorse! y, desde entonces, me volaron la cabeza con su sonido y lírica genuinos.
Zero Kill, proyecto pop rock de Benito Cerati fue la primer entrada de una noche exquisita. Acompañado por un teclado, el hijo de Cerati demostró a los fans de Reyno que en su sangre fluye el espíritu de la música ligera y que también posee una voz y una personalidad andrógina que toma lo necesario del español y del inglés para expresar libertad. El músico no desaprovechó la oportunidad para dedicar sus canciones a todos los que marcharon esa misma tarde en apoyo de la comunidad LGBT de la Ciudad de México.
Gritos, cervezas, olor a mantequilla y helados derritiéndose; palpitares fuertes y celulares preparados para archivarlo todo, esas eran las imágenes que se colaban entre palco y palco del Metropólitan. La espera valió la pena. Eran poco más de las 20:00 H, momento para recibir a Reyno, apareció su logo triangular en la pantalla y un círculo giraba frente a nuestros ojos, comenzaba la hipnosis.
Acompañados por Alejandra Moreno y otros colegas músicos, Pablo y Chris estaban a punto de materializar un gran sueño (bien merecido). El setlist estuvo dividido en dos partes, más un encore. La primera parte fue dedicada a interpretar por completo Al principio del final, pero con arreglos extendidos, jameos y múltiples variaciones de sonido que iban desde distorsiones y solos de guitarra y batería, hasta piezas convertidas en blues. La cereza del pastel fue Leo de Lozanne interpretando “Ahrimán” en la segunda parte del setlist.
El público se adueñó por completo del Metropólitan. Desde la primer canción, todo mundo se puso de pie para disfrutar del concierto que, a decir verdad, en dicho recinto se han logrado increíbles shows de álbumes en vivo, claro ejemplo el de Babasónicos. Fue así que los asistentes, en su mayoría grupos de amigos y parejas amorosas, se dejaron fluir como olas de mar en verano.
La parte de los visuales fue el pilar que más aportó al show de Reyno. Imágenes únicas y macroscópicas del universo, galaxias, explosiones de nubes y la naturaleza del planeta tierra fueron estratégicamente unidas a la iluminación del escenario. Un agasajo visual como pocos he visto últimamente.
Chris y Pablo hablaron más de una ocasión para agradecer a sus seguidores por el esfuerzo y el apoyo incondicional. La sencillez en estos músicos me impresiona, es tan fuerte y crece cada vez que voy a un show suyo; su genuinidad y perseverancia los seguirá llevando al éxito, porque hace falta mucha gente con calidad humana como la de Reyno.
"Al principio del final"
"Dualidad"
"No olvidé"
"Parte del sol"
"Pacífico"
"Química"
"Fórmula"
"No me dejes"
"Ay de ti"
"Dos mundos"
"Fugitivo"
"Al principio del final"
"Fluye"
"Control"
"Cuatro elementos"
"Ahrimán"
"Rayo de luz"
"Blanco y negro"
"Me desprendo"
"Hasta el último día"
"Viaje por lo eterno"
"Amarrado"
"Revivir"