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Acordes de séptima mayor, escalas pentatónicas, acordes disminuidos, modos griegos, ritmos con sincopa y todos los recursos musicales que se puedan ocupar en el amado/odiado género del jazz, que por más que suene pretencioso, complejo, forzado, hicieron que un Plaza Condesa, inundado de la créme de la créme de “conocedores” del género, se diera un paseo por todo tipo de senderos emocionales y sensaciones, todo auspiciado por el picor, el sabor, la versatilidad de la Pequeña Orquesta de jazz de Portland, Oregón: Pink Martini.
Montones de trajeados, adultos contemporáneos con pantalones de vestir bien puestos y sus hijos, llenando el Plaza con sus pláticas a todo volumen, sus interesantes vidas, esperaban ansiosos la salida al escenario de Thomas Lauderdale (piano líder) y compañía. Emocionados todos aplaudiendo, gritando, chiflando, mientras veían salir a cada pieza de la Pequeña Orquesta, la emoción del publico incremento cuando sale Storm Large(vocal) usando un vestido ajustado, plateado, luminiscente; la emoción siguió subiendo a los cielos cuando se tomaron la molestia de intentar comunicarse en español, lo cual siempre es agradable para nuestro público.
El clima afuera del edificio te congelaba hasta el alma, pero dentro nuestro espíritu estaba humedecido con los coros de “Amado Mío”, primera pieza de la noche, “Amado mío, love me forever and lets forever begin ¡esta noche!”, el show empezaba y todo el público conocedor estaba comiendo voluntariamente, gustosamente de la palma del conjunto de Portland
La conexión emocional entre los músicos y los escuchas estaba amarrando la perfecta química para una velada cadenciosa, alegre, amigable, sensual, cariñosa, una noche perfecta para el cachondeo.
Hay que ser sinceros, Pink Martini vino con toda la intención de complacer al público mexicano, entre temas de Agustín Lara, La Sonora Santanera, todas cantadas en español, dos cambios sensuales de vestimenta de la vocal principal, samba, rumba, tumbao y anécdotas de como Thomas, el director del conjunto, descubrió la música guapachosa en una hamburguesería en Portland que tenía músicos de salsa tocando en vivo.
Tenemos que reconocer la versatilidad de los músicos, los cuales te llevan a dar un paseo por todo el globo sin mover ni un solo pie fuera del lugar, Timothy Nishimoto (Vocal/Percusión) pasaba, junto con Large, a cantar en español, en inglés y japonés, fue él quien interpretó un estándar de swing japonés de un autor desconocido, una pieza llamada “Zundoku-Bushi”, Large pasó por el italiano, “Una Notte a Napoli”, rumano, “Pana Cand Nu Te Iubeam”, una buena oportunidad de ampliar nuestro bagaje musical, ¿no?.