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Phoenix en El Plaza Condesa

Phoenix en El Plaza Condesa

Detalles

Organización

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El Plaza Condesa

Artista(s)

Una noche inolvidable y mágica con Phoenix.

Cuando un grupo logra tres sold outs en la misma semana es porque verdaderamente tiene una base sólida de fans. Aunque esto no forzosamente significa que sean una banda de calidad, podría simplemente ser que están de “moda”. Sin embargo esto no es el caso con los oriundos de Versalles, Francia, quienes llevan más de dos décadas arropando el corazón de sus seguidores con excelente música.

Phoenix es una de esas bandas que vale la pena disfrutar en vivo por la perfecta ejecución de sus canciones así como por la enorme calidez que desprende en cada momento. Esto es algo que todos los presentes en El Plaza Condesa validaron en carne propia, creando una fuerte memoria que quedará por mucho tiempo. Debido a la ‘estancia’ de Phoenix en la CDMX, el venue fue decorado especialmente con elementos con una estética de los 80, generando una sensación única en todos los presentes.

Los reunidos para el gran evento llegaron a tiempo para también disfrutar al telonero Rey Pila, banda nacional que cada vez adquiere mayor relevancia y público. Durante su corto pero intenso show, pudimos disfrutar algunas de sus más famosas canciones como “Alexander”, “Surveillance Camera” y su más reciente sencillo “Flames”. Al concluir, fueron muy bien despedidos por la audiencia.

Tuvimos que esperar unos minutos más debido al laborioso setup de la próxima banda, pero después de casi media hora, por fin se apagaron las luces y las personas que llenaron El Plaza Condesa gritaron al unísono para después caer en total silencio. Uno por uno fueron saliendo los integrantes de Phoenix para empezar con la electrónica y alegre “J-Boy” del más reciente disco Ti Amo (2017). Siguieron obras más contemporáneas como las energéticas “Lasso” y “Entertainment”, para llegar a “Lisztomania”, una de las piezas más coreadas de la noche y también de las más conocidas. Thomas Mars, el frontman, no podía parar de sonreír al ver como sus fans cantaban junto con él.

Después, siguieron algunas canciones más antiguas, pero no por eso menos queridas, como la armónica “Rally”, y “Too Young”, con esos icónicos acordes en guitarra al inicio. En eso, llegó el momento de escuchar la mágica “Sunskrupt!”, una combinación de las piezas “Love Like a Sunset” y “Bankrupt!”, en donde Mars se aparta para que los demás integrantes de la banda demuestren su virtuosidad. Gran pasaje, acompañado también por excelentes visuales de constelaciones que de seguro enchinaron la piel de más de uno.

Tiempo después, hubo una pausa para hacer una rifa con una ‘tómbola’ con números que habían sido previamente entregados. Una fan fue la ganadora que subió al escenario para abrazar a los músicos así como para recibir un disco de premio. Siguió una de las canciones más esperadas de la noche, “Ti Amo”, del homónimo disco, con ese bassline de música disco que puso a todos a brincar y bailar.

Para cerrar, Phoenix trajo una excelente selección con la agridulce “Armistice”, “If I Ever Feel Better” con sus calurosos pasajes, y “Rome”, con un explosivo final. Al terminar, tuvimos que esperar más de lo acostumbrado para el encore y resultó que había ciertos problemas técnicos con las luces. Aun así, Mars bajó del escenario junto con el guitarrista Christian Mazzalai, para cantar acústicamente la bella “Countdown”, en un momento íntimo.

Al concluir todavía quedaba fiesta para rato ya que prosiguieron con “Telefono”, que tuvo el sensacional detalle en el que Mars bajó de nuevo del escenario para cantar desde una cabina telefónica que estaba a un costado de la pista. Para terminar con todo, las últimas piezas fueron la tierna “Fior Di Latte” y la eufórica “1901”. Y, por si fuera poco, antes de despedirse, Mars hizo un crowd surfing bastante prolongado mientras de fondo volvían a tocar “Ti Amo”.

Fue así como finalizó ‘una muy noche especial con Phoenix’, tal como prometían en los carteles previo a los conciertos, demostrando que no hay mayor fuerza en la música que la conexión de la verdadera pasión entre los artistas y sus fans.