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Phil Collins en el Palacio de los Deportes

Phil Collins en el Palacio de los Deportes

Grecia Hernández
Cortesía OCESA / Chino Lemus

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OCESA / Chino Lemus

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Palacio de los Deportes

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La fiesta de luz y color de Phil Collins.

Fue en 1969 cuando Phil Collins se adentró en la música, y hasta el día de hoy, el músico de 67 años de edad sigue llenando estadios y recintos a donde quiera que vaya. México no fue la excepción, pues el mes de marzo vio su regreso. En dicha visita, ofreció conciertos en el Auditorio Citibanamex en Monterrey, Nuevo León; en la Arena VFG de Guadalajara, Jalisco y dos en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México.

La arena ubicada en la Magdalena Mixhuca estuvo ocupada a su máxima capacidad durante la primera presentación de Collins en la CDMX. En cuanto el músico británico apareció, vestido de manera sencilla y utilizando un bastón, la gente se puso de pie para no regresar a sus lugares en toda la noche. Luego de una fuerte ovación inicial, llegó a una silla situada en el centro del escenario, del cual emanaron luces de colores durante una hora y media, y desde donde el músico y su equipo deleitaron a la audiencia.

Collins estuvo acompañado por cuatro coristas y diez músicos, entre ellos su hijo de 16 años, Nicholas, quien funge como baterista en la banda; además de Daryl Stuermer, quien era su compañero de banda en Genesis, y Ronnie Caryl, guitarrista en la primera banda de Collins, Flaming Youth. A la mitad del evento, los presentó uno a uno, y la gente no dudó en vitorear a cada integrante.

“Against All Odds” fue la primera de 16 canciones que mantuvieron a los mexicanos bailando y cantando durante el concierto. El repertorio incluyó temas como “Another Day In Paradise”, “In The Air Tonight”, y un par de baladas de la agrupación Genesis. En “I Missed Again” aparecieron los instrumentos de viento, cuya presencia hizo explotar el Palacio de los Deportes. A lo largo del evento, los músicos tuvieron varias participaciones individuales, como la corista Bridgette Bryant, con quien cantó “Separate Lives”.

Las primeras notas de “Sussudio” marcaron el inicio del final de la noche, acompañadas de una lluvia de papeles de colores que sorprendieron a todos los asistentes y llenaron el escenario de más colores. Posteriormente, Collins se reunió con su equipo al centro del escenario e hicieron tres reverencias como agradecimiento al público mexicano. Las luces se apagaron, pero la audiencia pedía más. Un par de minutos más tarde, el músico inglés volvió con algunos de sus músicos, y con “Take Me Home”, se despidió.

La banda invitada para abrir el concierto fue The Pretenders, liderada por Chrissie Hynde. Con 14 canciones, prepararon a la gente para el plato fuerte, y luego de un cover de Bob Dylan y algunos temas dedicados al mismo Collins y otros más a  los mexicanos, como el demo “Tequila”, fueron despedidos con una ovación de pie.

Grecia Hernández

REDACCIÓN:

Grecia
Hernández

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