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Desde 2009 a la fecha, Peter Hook ha sumado 16 conciertos en toda la República y 8 en la CDMX. Ha venido a presentar Unknown Pleasures y Closer de Joy Division, así como Movement, Power, Corruption & Lies, Low-Life, Brotherhood y un double feature de Substance, tanto de Joy Division como de New Order, una gira para volver loco a cualquier ultra fan.
Pero ahora es turno de un nuevo show, algo diferente, álbumes jamás escuchados en México. Technique y Republic son el doblete de la noche, acompañados por una tromba de grandes éxitos de Joy Division y New Order, todo esto en un show de tres horas. Si The Cure lo hace por qué demonios Peter Hook no debería de hacerlo.
La arquitectura de temas de la noche constaba de 3 sets y encore, el primer set lucía por acordes oscuros, sus letras violentas y gritos potentes, un set de puras reliquias de Joy Division.
Suenan “Digital”, la epiléptica “Transmission”, la bailable “She’s Lost Control”, la ultra famosa “Shadowplay” y a pesar que hay mucha gente vestida de negro, con ojos delineados y chamarras de mezclilla rotas, podemos observar poco baile y muchos celulares en el aire.
Considerando que gran parte del público son adultos contemporáneos, de los que anteriormente se quejaban de los celulares en los conciertos y hasta podrían caracterizar el famoso meme de “¡Tú qué vas a saber de rock, chamaco pendejo!”, ver tantos celulares en mano.
En vez de bailar al ritmo de grandes hits, prefirieron guardar el recuerdo en la memoria de su celular y dejaron pasar el momento para gozar por completo el único set de canciones de Joy Division de la noche.
Termina el set. Peter Hook sale del escenario demostrando durante la primera parte de la presentación que tiene una gran presencia en la tarima, tiene una actitud muy fuerte y enérgica, tiene un semblante intimidante que genera respeto, pero a pesar de todo, no dejaba de reverenciar a su público por los aplausos y gritos que recibía de la gente.
Y una cosa es muy cierta, fueron varios presentes los que abandonaron las instalaciones del Frontón al momento que terminó el set de Joy Division, al parecer no es obligatorio que te guste New Order si también te gusta Joy Division.
Technique dura 40 minutos, un poco más en vivo por las pausas entre rolas y los momentos de improvisación, de él se desprenden grandes clásicos de la pista de baile como: “Fine Time”, “Love Less”, “Round & Round” y “Vanishing Point”, una muy buena elección de álbum para tocar en vivo.
En el primer set logramos ver cómo Peter Hook lo hace muy bien con las canciones de Joy Division, impregnándoles mucho poder para hacer sus propias versiones y con su visión única de cómo deberían sonar, pero con las canciones de New Order, la sufre un poco.
Para este set podemos darnos cuenta que su voz es demasiado punk para las letras de New Order, pero eso sí, el bajo se escucha increíblemente estruendoso y en las melodías que hace en “All The Way”.
Este es un set ultra bailable, un set que nos manda de regreso a la época rave en Inglaterra, pero aún no logramos ver a mucha gente bailar. El público esta muy ocupado por contarle su vida a sus amigos o solamente disfrutar el concierto muy a su manera, completamente inmóviles.
Es cierto que Peter Hook puede hacer sonar con más potencia las rolas de Joy Division, pero con las canciones de New Order solo puede hacer una buena actuación, igualar el sonido y hacerlo bien, pero no mejor.
Uno pensaría que para este punto todos estarían cansados de estar parados por horas, en día laboral, después del trabajo o la escuela, pero fue todo lo contrario. Este fue el momento de todo el concierto en el que el público comenzó a moverse, el baile se apodero de sus cuerpos y comenzaron a contonearse al ritmo de “Regret”, “World”, “Ruined in a Day” y “Spooky”, los singles del Republic.
Los celulares se empezaban a notar menos y los cantos de la gente eran cada vez más evidentes, de aquí para el fin del concierto todo fue in crescendo. Esto nos hace pensar que para este concierto fue dedicado a esos fans ultra específicos, que solo estaban esperando este tercer set para alocarse sin inhibiciones.
Peter Hook en el escenario se divierte, ríe, baila, golpea con gran violencia un pad, lanza patadas al aire y luce muy feliz por la respuesta del público. No manda muchos mensajes a sus fanáticos porque al parecer el tiempo está contado pero cada que tiene la oportunidad saluda a su público y les hace saber que está agradecido por los aplausos.
El bajista ha tocado ya en diferentes lugares de la CDMX, en Pabellón Cuervo, en Pepsi Center WTC, en El Plaza Condesa, en el José Cuervo Salón, en el Lunario y en Pasagüero, ahora en el Frontón, pero quién haya logrado ver a Hook en otras salas de concierto, también podrá distinguir dónde suena mejor. Por ejemplo, lugares pequeños como el Lunario y Pasagüero hacen que un concierto de Peter Hook se disfrute mucho más.
Y acá en el Frontón el sonido del lugar no es tan bueno, pero vamos, estamos en una sala dedicada a los deportes y no a la música. Por eso, todo lo que sale del escenario no nos llega con tanta definición, hay mucho eco y arquitectura que hace que se pierda un poco el audio. El Frontón de México es un lugar muy lindo a pesar de todo.
Llegó el momento del encore y quizás el momento más lleno de baile de la noche. Ya en el set pasado el público había soltado su cuerpo al baile, ya estaban encarrerados para que “World in Motion”, “Blue Monday”, “Ceremony” y “Temptation”, un combo de hits de New Order, los terminara de sacudir sus cuerpos.
Eran casi 00:30 de la madrugada cuando “Love Will Tear Us Apart” provoca un estallido de gritos que retumba en las paredes del Frontón y un coro de cientos de personas sonara hasta fin de la canción. Con esta canción termina el concierto, con la que ha cerrado toda su gira en 2019 y así se despide Peter Hook del público quien empapado en sudor se quita la playera y semidesnudo cierra su presentación.