
22/Abr/2013
Iconos, referencia y realeza de la electrónica mundial. Una banda y una noche que el mundo entero debería tener el privilegio y dicha de tener en sus oídos, en sus ojos y sus corazones.
Lleno total en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México. Si la idealizada eternidad de los robots fuera una realidad para aquellos que la evocaban en los 70's y 80's, Orchestal Manouvers in The Dark serían de las primeras opciones para inmortalizar y volver eternos.
Un recital donde no hubo cabida para las canciones relleno, esto por la cada vez más rara situación donde una banda no tiene temas flácidos o dignos de ignorar por no ser éxitos o por simplemente ser nuevas. La habilidad de esta grupo de retener la atención del público no es por piruetas, luces o proyecciones, sino por tener un catálogo inmaculado y lo que pareciera una interminable creatividad.
English Electric, un trabajo menos pop y más experimental con reminiscencias de lo que alguna vez fue su álbum mas criticado por ser el más marciano, Dazzle Ships, en vivo se entendieron como unas exquisitas y elegantes melodías imposible no aplaudir como "Dresden", "Kissing The Machine" y el sencillo "Metroland".
Contra todo pronóstico y lógica, verdaderamente uno desea que OMD dure para siempre, que futuras generaciones puedan disfrutar lo que es un verdadero acto de perfección electrónica con vigencia y contemporaneidad automática; donde temas con más de dos décadas de vida como "Maid of Orleans", "Secret", "Tesla Girls" y "Messages" bien pudieron haber sido escritas ayer; no adelantadas a su tiempo sino muestra de a lo que se debe aspirar y seguir sí se quiere trascender.
Ciertamente un aire de nostalgia por épocas idas pudo haberse invocado con una trayectoria “ochentera” como la de OMD, donde la asistencia rebasaba los cuarenta años y arrastraban a sus hijos a la fuerza como en otros eventos, pero con algo distinto, es decir, dos discos totalmente nuevos desde su regreso.
OMD dejó en claro que quien va a sus conciertos no va solamente por los clásicos, sino que la banda regresó para quedarse y para, versátil y congruentemente, alternar en su catálogo canciones como "Sister Mary Says" e "History of Modern" entre contundentes hits como "So In Love", "Souvenir", "If You Leave" y por supuesto "Enola Gay".
Sin palabras, atónitos, sudor en la frente y una marcada sonrisa, Malcolm, Martin y Paul dejaron que Andy fuera su portavoz una vez finalizada la noche, quién tras tomar una enorme bocanada de aire y valentía para enfrentarse a un publico que los devoraba con gritos y aplausos, simplemente dijo “Gracias”.
No, Andy. Gracias a ti.
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