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Trompetas, trombones, saxofones, acordeones, melódicas, congas, contrabajos, enormes speakers, boinas, sombreros, tirantes, zapatos de charol, camisas de cuadros, trajes, corbatas, esto y mucho más era todo lo que se podía ver en la segunda edición del Non Stop Ska!.
El festival iba a ocurrir el año pasado, pero las fuertes sacudidas de la tierra no permitieron que se llevara a cabo, todo se pospuso para el tercer fin de semana de febrero. Un día antes volvió a temblar, pero no se canceló el plan y esta vez el piso del Palacio de los Deportes sería sacudido con el más fino y elegante skankin, disfrutando la cornucopia de naciones que sonaron.
Los regiomontanos Melodycans, con medio Pabellón Cuervo lleno, animaron a su público con sus mejores tamborazos, intercalando sonidos de cumbia y polka para hacer pasar un buen rato a su público, interpretando canciones como “Me encantas”, “Los de siempre” y haciendo unos cuantos chistoretes para que la despedida de su set sea lo menos triste posible.
Cuando se va llegando a cualquiera de los escenarios del festival, se puede observar una masa de carne y huesos moviéndose, sacudienose de lado a lado, una visión muy tentadora, que te incita a mover los pies e intentar tus mejores pasos de skankin. Desde el Escenario Domo y ya mostrando algunas canas en barbas y debajo de sus sombreros, Negros Vivos le canta a la clase trabajadora, ya con una experiencia de 18 años tocando logran hacer bailar a rude boys, skins, punks y demás chavalos.
Con movimientos espasmódicos al expulsar cantos con su aguda voz, Mark Foggo con la ayuda de músicos de la escena de ska mexa, reúne a su público en el Pabellon Cuervo para que suden nomás de verlo tocar. Desde“Ramona from Barcelona” a “Haircut” y llegando a “Lucky to Be Alive”, que fue incrementando la intensidad del baile, como el olor a ganja, canción tras canción.
Para la hora en que Hepcat se posa bajo el domo, la plancha se hace más difícil de caminar, muchos rude boys bailando al suave ritmo de “Hooligans” y “A Message To You Rudy”. Una cosa es cierta, ni antes ni después de escuchar el rocksteady de Hepcat no hubo nada más cadencioso que ellos. “C'mon Baby dance with me” y "Rudies All Around".
Debajo del domo ya casi es imposible entrar, el aire está lleno de humo de marihuana y humedad por tanto sudor. Oi-SKALL Mates sale a saludar a su público en finos trajes de terciopelo y de satín usando máscaras de luchador.
Mientras gran parte de los presentes repican en sus caderas “Nutty Sound”, “Scooter Boy, Scooter Girl” o “No Sleep ‘Till Fukushima” algunos otros intentan robar cervezas, otros vatos sin playera se pelean sin razón y los pasos de baile son más acelerados, más pegados y más intensos.
Juantxo Skalari sube al escenario forrado de mezclilla, con sus jeans bien doblados mostrando sus bonitas botas boleadas. Mientras uno baila al ritmo de sus guitarras limpias y con brillantes sonidos, se pueden ver muchos pequeños infantes rude boys cantando canciones de fiestas con alcohol, escenarios marginados y enojo liberado, morros que a su corta edad empiezan a conocer este ambiente con pleitos, el olor a marihuana, rostros podridos de tanta diversión, pero sobre todo el baile desenfrenado.
Activo desde 1985, Desorden Público le sube todo el volumen posible a sus voces, guitarras, metales y percusiones para hacer de las suyas junto con el trombón del Triciclo Circus Band, la batería de la Maskatesta y Manueloko, la voz de La Tremenda Korte, toda una fiesta arriba en el escenario. “Todo está muy normal”, “Se soltó la bestia”, “Hipnosis”, "Canto popular de la vida y muerte" se escuchan mientras en sus proyecciones hacen honor a grupos antaños de ska. Para terminar, invitan a Tokyo Ska Paradise Orchestra, sus hermanos en el camino del ska, para interpretar “Ska mundo ska”.
Bad Manners que tiene más de 40 años de tocando ska y con ellos suena el set con los más finos pasos de baile, con menos violencia, solo pura diversión, pura buena onda, en la primera visita de esta longeva banda a nuestra ciudad.
“This Is Ska”, “Skinhead Girl”, “Fatty Fatty”, “Ne-Ne-Na-Na-Na-Na-Nu-Nu”, “Skinhead Love Affair” y “Can’t Take My Eyes Off You” fueron vitoreadas, cantadas y bailadas hasta mojar camisas, boinas y tirantes. Buster a sus 59 años se disculpa por echarnos al olvido tanto tiempo y promete volver a darnos otra increíble dosis muy pronto. Los verdaderos fans que son bastantes los estaremos esperando porque fue uno de los sets más mágicos del Non Stop.
Para cerrar el festival, se posan bajo el domo los de la Tokyo Ska Paradise Orchestra o SKAPARA nomas para los más compas. Las versiones de ska de estos japoneses son muy alocadas e intensas, pero muy finas y precisas, “Skaravan” una de sus más demenciales versiones es la que abre su set.
Al mirar alrededor ya se pueden las caras destruidas de los presentes que ya no aguantan ni su alma, “Speak Softly (Love Theme From The Godfather)”, “Ska Me Crazy” y “One Step Beyond” son bailadas por botas y zapatos de charal, pero al mismo tiempo nos damos cuenta de algunos niños pequeños presentes en concierto que solo se pueden explicar porque la SKAPARA versionó la canción principal de Coco, “Recuérdame”, en Japón. Al final todo el sudor valió la pena.
Si nos ponemos a pensar este festival no es como los muchos otros donde hay con juegos mecánicos, carpas de experiencias y actividades creadas por marcas importantes u otras cosas que te distraen de lo que en verdad importa. Este es un festival donde tú vas a escuchar, a disfrutar y vivir la música, donde se puede encontrar en cada rincón chavalos bailando los diferentes matices del ska, rocksteady, reggae, punk y un poco de ritmos más latinos.