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No importa que ya haya pasado la gran fiesta de la psicodelia y el garage, no importa que la temporada de conciertos y festivales nos tenga molidos, la gente de HIPNOSIS y su público no descansan. Ellos nos siguen trayendo bandas y nosotros seguimos respondiendo.
A lo largo de este 2019, HIPNOSIS nos ha dado varias sorpresas. Han hecho posible la visita de numerosas bandas que creímos jamás ver en México. Sin embargo, la gente del festival siempre se arriesga y confía totalmente en la comunidad que ellos mismos han hecho crecer.
En esta ocasión, tocó el turno de Hooveriii, una de las bandas que más ha crecido en la escena psicodélica de Los Ángeles por su distinguida mezcla de guitarras y sintetizadores. El grupo ha dado de qué hablar en Estados Unidos por sus increíbles shows, llenos de fuerza y entusiasmo. Esta era su primera visita a México y la combinación prometía explosividad. Las expectativas eran altas para ambas partes.
La noche comenzó con Diles Que No Me Maten, banda capitalina que maravilló con un show peculiar y bizarro. A pesar de que rayaba la línea entre lo extravagante y lo demencial, se ganó al público. Logró una conexión con la gente sin necesidad de mucha interacción, sus integrantes ni siquiera miraban a los asistentes. Fue cautivador y a la vez fascinante.
Le siguió Teresa Cienfuegos y Las Cobras, un grupo que desbordó energía sobre el escenario pero que no encontró la condiciones adecuadas. Su sonido no logró contagiar como debía, pero se ganó una ola de aplausos por su tremenda actitud.
Finalmente, Hooveriii subió al escenario. Los californianos se mostraron experimentados, sabían a lo que venían. Saludaron brevemente al público, agradecieron su asistencia y después de eso se dedicaron a responder con música e ímpetu.
No fue un sold out y el Foro Indie Rocks! no estaba a reventar, pero eso no importaba, logramos armar el caos que necesitábamos. La gente inició cautelosa, aprovechaban el espacio para bailar y saltar por todo el lugar. Canciones como "Control" y "Reptile" nos provocaban, pero no terminaban de empujarnos a esa locura. El mosh pit inició hasta "Destroya".
Una vez que el público se encendió, no hubo vuelta atrás. "Head-Squeeze" y "Mudd" solo fueron más leña para el fuego. Este era un concierto para dejarte llevar por el instinto, donde el headbanging era tan válido como empujarte y bailar con un completo desconocido. Si algo hubo de sobra esa noche, fue total libertad.
Jamás tuvimos descanso, ni siquiera unos minutos para recuperar el aliento. Entre cada una de las canciones, Hooveriii improvisaba y nos mantenía en forma para lo que venía. Siempre manteniendo el ritmo, desde "Turn Blue" hasta "Bird On A Wire".
Nada pudo con nosotros, sin voz y llenos de sudor, seguimos saltando y gritando hasta el encore. Muchos aprovecharon ese tiempo para ir por una cerveza y otros nos quedamos ahí a esperar. No pasó mucho para que la banda volviera a salir y nosotros nos volvimos a activar, ya con las piernas flaqueando y con moretones en los brazos.
Hooveriii cerró la noche con "Gone". Fue un concierto muy especial, que cumplió con lo que prometió y nos dio todavía más. Fue extenuante, demandante, pero valió la pena. Esperemos que la banda también se haya ido con un buen sabor de boca y hagan todo lo posible para regresar.