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Cascabel ya tiene listo su tercer álbum We Are Universe, y antes de su lanzamiento oficial el 26 de agosto, la banda decidió presentarlo ante fans ávidos de psicodelia en el Foro Indie Rocks! como parte de una de las Noches Hipnosis, con OCEANSS y Pirámides como abridores del evento.
La casa estaba llena. El humo no paraba. Las bebidas seguían llegando. Entre acto y acto el escenario se vaciaba, un respiro para el espacio personal siempre se agradece, sobre todo en shows en vivo.
Poco después de las 20:00 H, Cascabel hacía su aparición. Una consola con luces y mucho humo eran parte de la producción. Los fans empezaron a llenar de nuevo el foro. Los primeros acordes sonaron y ya no hubo marcha atrás.
“Re de Reptil” inició el set. El público no se alocó, sabía a lo que venía. Un show que se disfruta relajado, con oídos y mente abierta. Una experiencia sensorial. No había slam, ni gritos desbocados, la audiencia simplemente se dejó llevar por las distorsiones.
“WAU” continuaba la línea, pero ahora no solo con el característico humo, también con un juego de luces que acompañaba a la perfección cada nota. Cascabel nos estaba transportando al desierto, a las fogatas, a las alucinaciones, pero sobre todo a un mundo oscuro del cual no quieres salir.
“Hacia la nada” y “Tranquiloco” prendieron a los fans preparándolos para la más aplaudida de la noche: “La Cobra”. Los asistentes no brincaban, movían la cabeza al ritmo de la música como tratando de navegar, tratando de encontrar el rumbo sónico.
Jefferson Airplane y Deep Purple se hacen presentes en algunas notas, algunas distorsiones que reflejan las influencias de la banda, esas que los hacen diferentes en la escena mexicana.
Ian, Mixo, Desentis y Jorge intercambiaban instrumentos pero no de intensidad. "¿Que vas a hacer cuando apaguen el internet?" y “Todo se conecta” le entregaron más protagonismo a Desentis, quien con su peculiar melena rizada y su look muy al estilo de Robert Plant hipnotizó al foro con sus riffs.
Se podía sentir en el ambiente, todos y cada uno de los presentes estábamos siendo envenenados por sonidos, íbamos palideciendo poco a poco, el humo envolvente y las luces de colores también hacían su parte.
Poco después de las 21:00 H la banda se despidió alzando sus cervezas. No hubo encore. Fue tan fugaz como intenso. Tan hipnótico como un sueño lúcido, esos que te dejan a mitad y con ganas de más. Fue solo una probada que nos dieron a cuenta gotas. Un veneno que, a pesar de saber que en altas dosis puede ser inquietante, dañino y hasta mortal, te sigue dejando con ganas de más, de acercarnos a la peligrosidad, de sumergirnos más en una oscuridad que no sabemos a dónde nos llevara.
Así es como caímos en el veneno de Cascabel, y el único antídoto será escuchar su nuevo disco de principio a fin.