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Noche Electrónica Alemana Mexicana 2016

Noche Electrónica Alemana Mexicana 2016

Detalles

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Producción

Ambiente

Así vivimos una nueva edición de la Noche Electrónica Alemana Mexicana (NEAM).

El secreto de toda fiesta exitosa es el concepto. Lugares poco convencionales, artistas que te obligan a voltear al escenario, comida que hace que tu paladar se derrita; todo esto fue la Noche Electrónica Alemana Mexicana. El Instituto Goethe juntó esfuerzos con Ensamble y Rockets para traer un pedazo de la escena germánica y fusionarla con artistas nacionales.

A unos cuantos metros del Mercado Sonora y casi enfrente de la Prepa 7, en la esquina de La Viga y Manuel Gutiérrez Najera habita un terreno baldío, un espacio que alguna vez fue utilizado como una fábrica de hielo. Alrededor del lugar no parece haber señales de que una enorme celebración está por llevarse a cabo. Las calles están solas y detrás de una valla se observan luces neón de color morado y azul. El lugar está por helarse nuevamente, esta vez, en consecuencia de beats teutones.

Dentro, una cálida voz creaba un ambiente tranquilo para los pocos madrugadores que llegaban al evento. Camille Mandoki soltaba letras melancólicas y reconfortantes que se abrazaban con sus fríos teclados. Algunos habitaban la enorme bodega que servía como escenario principal de la fiesta, mientras que otros se preparaban en la parte de afuera bebiendo cerveza, comiendo salchichas alemanas y hamburguesas ramen.

El ambiente fue creciendo de a poco, IMA IKKI & Turning Torso, dúo de Ensamble, comenzó a soltar beats de forma sutil, la celebración aún estaba lejos de explotar, pero sucedería. El acto mexicano se valió del ambient para después subir un poco más de tempo con Lvis Mejía. El multifacético artista sorprendió a la gente con un set digno de ser pieza museística. A medida que el tiempo pasaba y la noche se volvía más profunda, el espacio comenzaba a reducirse.

La fiesta estalló cuando en el escenario una loca Aerea Negrot obligó a todos a bailar. La cantante venezolana llenó el lugar de techno y pop cabaret que convirtió la experiencia en algo surreal. La chica que formó parte de Hercules & Love Affair bailó de un lado a otro, saltó, bajó con el público y le dio la suficiente energía a la fiesta para después convertirse en inolvidable.

Ya entrados en calor y entonados con alcohol y una que otra sustancia, Skinnerbox capitalizó el ánimo y no dejó que la gente se quedara quieta. El dúo del alemán Olaf Hilgenfeld y el israelí Iftah Gabbai otorgó un set difícil de describir, que entre los confines de la electrónica y el techno, dejó en claro por qué se les etiqueta como “jazz de noción extendida”.

Los Niños se convirtieron en otro número memorable. Caracterizados con unos trajes anti-radiación, el grupo de productores mexicanos estuvo a la altura de un debut anticipado. Robert Henke a.k.a. Monolake Live Sorround, conocido por ser uno de los creadores de Ableton Live, llegó a poner la cereza en el pastel con una cátedra de techno y drone.

Solo los de carrera larga permanecieron a fiestear con la artista austríaca Susanne Kirchmayr y su proyecto Electric Índigo, marcando fin a una noche que sorprendió por ser única y seguramente irrepetible, una noche donde la electrónica underground mexicana y alemana se unieron con un simple objetivo, volver a congelar la ex-fabrica de hielo.