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Aún recuerdo la primera vez que escuché a My Morning Jacket. Viajaba en carretera de vacaciones con mi familia y llevaba descargado en mi celular el álbum Circuital, lo escuché en loop hasta llegar al destino. Es increíble cómo, aunque pasen los años, la voz de Jim James y la sintonía de la banda sigan haciendo que me regodee por dentro cada vez que llegan a mis oídos, y en esta ocasión, a mis ojos a través de la pantalla de mi laptop. ¿Será por el estilo musical noventero? Puede ser. Quizá sea una adicción a la nostalgia de la que no me había percatado.
Les cuento. El pasado 11 de septiembre, la agrupación de Kentucky ofreció un concierto presencial, y en streaming, desde el estadio Forest Hills en Nueva York, Estados Unidos. Claro que yo lo presencié a distancia desde la plataforma nugs.net que, hablando por mí, fue una experiencia sublime. Me instalé en casa, me serví un trago y me dispuse a observar a My Morning Jacket en vivo.
He de aplaudir el trabajo de los camarógrafos, que comenzaron grabando tras bambalinas cómo se preparaban Carl Broemel, Tom Blankenship, Patrick Hallahan, Jim James y Bo Koster para salir al escenario, se veían un poco nerviosos, pero muy contentos y hacían estiramientos.
Comenzó la magia con “Victory Dance” del álbum Circuital, el escenario se vistió de luces verdes, había seis estrobos de luz con figura de nave espacial introduciéndonos a un viaje lejano. Jim James apareció con una capa morada aterciopelada y su caja de ritmos colgada al cuello. Ya sabemos que el señor es elegante, pero también despreocupado. Pues conforme avanzó el setlist fue entrando en confianza y se despojó de todo; quedando el ser humano, el artista, el compositor, el guitarrista, el vocalista... El personaje que nos ha encandilado con su talento por más de una década.
El ambiente que se veía en el estadio me fue sorpresivo. A cámara se veía a miles de asistentes bailando libremente, cantando y coreando las letras, bebiendo una buena cerveza y grabando el concierto con sus celulares. Si bien algunos preferían portar su cubrebocas, otros de plano se olvidaron de él. En el chat del evento en línea también había usuarios interactuando, se leían comentarios como: “This guys Rocks”, “I’m good with this”, “Touch Me I’m going to scream Pt. 2 made my mind blows again”.
Por su parte, el grupo se veía feliz de tocar en vivo, y wow con iluminación que estuvo a cargo de Marc Janowitz. Hubo un momento en el que la bola de cristal se encendió y todo el estadio se llenó de estrellas y diamantes de luz. Parecía un sueño, pero no cualquiera, sino uno de ésos que añoras con todas tus fuerzas. ¿Esto es real? Sí, los estadounidenses están viviendo otra realidad, una que en México está muy cerca de materializarse, o al menos esos son los pronósticos.
La velada incluyó los temas “Steam Engine” y “Dancefloors” del álbum It Still Moves (2003); “What a wonderful man”, “Gideon” y “One Big Holiday” del álbum Z (2005); “First Light” y la poderosa “Touch Me I’m going to scream, Pte. 2”; “Compound Fracture” y “Tropics (Erase Traces)” de The Waterfall (2015); “Climbing the leader” y “Spinning My Wheels” de The Waterfall II (2020).
Hubo varias sorpresas. Fue revelado “In Colour” y pudimos escuchar el nuevo sencillo “Regularly Scheduled Programming”, ambos serán parte del nuevo álbum homónimo que se estrenará el próximo 22 de octubre. También fuimos testigos de los covers que MMJ tocó en honor al príncipe del soul americano: Marvin Gaye, “Mercy Mercy Me (The Ecology)” y “What 's Going on”.
Los amamos, New York, sean buenos unos con otros. Gracias”, dijo Jim James al despedirse del público.
Acto seguido, recogió del suelo un ramo de rosas, una playera de “Bobby Lane - Never Forget” y otros obsequios de sus fans. El compositor y músico agradeció con una sonrisa y su puño derecho presionando su corazón con sinceridad. El público gritó “USA, USA, USA” hasta que se apagaron las luces.