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La banda conformada por Matt Bellamy (vocales y guitarra), Chris Wolstenholme (bajo) y Dominic Howard (batería) regresó a México para presentarse en el Palacio de los Deportes durante tres noches; la primera dejó maravillados a todos los que tuvieron la oportunidad de estar ahí, mientras eran parte de una experiencia audiovisual de 360 grados que tenía como punto central un nuevo escenario colocado justo en medio del lugar.
El escenario está compuesto por una parte central que se ilumina y gira en algunas ocasiones, así como por dos largos brazos que se extienden a lo largo y en los que hay varios micrófonos, lo cual permite que el líder del grupo y el bajista vayan de un lado a otro para estar más cerca de sus fans desde todos los ángulos posibles. Además, en la parte superior se encuentra una pantalla esférica que hace posible que todos vean lo que se proyecta en ella y también hay unas cortinas que funcionan como pantallas mientras rodean el escenario.
Después de la sobresaliente intervención de The New Regime como acto abridor, y de que probara que vale la pena ponerle atención a lo que haga, muchos fans emocionados seguían llegando y poco a poco quedaban menos espacios vacíos. Las luces se apagaron, algunos drones bajaron desde lo alto y comenzaron a volar sobre el público. Posteriormente, aparecieron los integrantes del trío británico en plataformas que subían desde la parte de abajo del escenario y en medio de la euforia colectiva se escucharon los primeros riffs de “Reapers”.
Aunque el sonido tuvo fallas en un principio, esto se corrigió en poco tiempo para que los asistentes pudieran disfrutar cada canción como se debe. Matt Bellamy y sus compañeros se entregaron por completo desde el primer minuto de su increíble presentación, la cual fue una verdadera fiesta sonora que fue aprovechada para interpretar en vivo el disco Drones en su mayoría. "Psycho", "Dead Inside", "Supermassive Black Hole", "Starlight", "Madness", "Undisclosed Desires" y "Time Is Running Out" pusieron a cantar a los afortunados que estaban en ese gran momento.
Con una interpretación precisa de principio a fin, la maravillosa “The Globalist” marcó una pausa, luego de la cual Muse regresó para tocar un par de canciones más, siendo “Knights of Cydonia” la que le puso fin a uno de los mejores conciertos de lo que va del 2015 en la CDMX.