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Vince Neil, Nikki Sixx, Mick Mars y Tommy Lee visitaron la Ciudad de México como parte de su gira mundial de despedida y convocaron a un buen número de metaleros que se encargaron de convertir a la Arena en un enorme bar de motociclistas de los 80.
La nostalgia y el rock con actitud arrancó con “Girls, Girls, Girls”, canción emblemática que puso el ambiente indicado a una fiesta metalera que apenas comenzaba. A lo largo del concierto, la música estuvo acompañada por una gran producción con la que el grupo demostró por qué verlo en vivo es toda una experiencia.
Llamaradas de fuego en medio y sobre el escenario, impresionantes juegos de luces, las coreografías de un par de bailarinas y una estructura bastante compleja,fueron parte del gran show.
Después de dos de covers, “Smokin' in the Boys' Room” y “Anarchy in the U.K.”, y temas propios como "Wild Side" y "Shout at the Devil" -que llegó con una introducción apocalíptica, pentagramas y el bajo lanzallamas de Nikki Sixx-, el cuarteto tomó un descanso.
Tommy Lee protagonizó un momento memorable mientras tocaba un solo de batería sobre una plataforma que giraba y avanzaba a través de un riel que cruzaba del escenario al otro extremo del lugar, pasando por encima de los emocionados fans.
Mick Mars también se lució individualmente con un solo de guitarra que dejó claro que es uno de los guitarristas más hábiles de su generación y, al terminar, el concierto siguió con "Live Wire" y "Dr. Feelgood". En “Kickstart My Heart”, la locura se fue a los extremos con llamaradas de fuego, juegos pirotécnicos, confeti, un pentagrama gigante incendiado, la batería en todo lo alto de una plataforma y dos enormes brazos mecánicos que transportaron a Vince Neil y Nikki Sixx muy cerca de los fans.
El épico cierre llegó con una serie de imágenes de Mötley Crüe a lo largo de su historia en las pantallas gigantes y con sus cuatro miembros sobre un pequeño escenario montado en medio del público, mientras sonaba “Home Sweet Home”, la perfecta despedida para una legendaria banda.