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Sunset Images, el ruido necesario después de las advertencias por angustiosas tormentas que al final no llegaron, el pronóstico del clima falló a nuestro favor, pero no la cita para presenciar música necesaria en vivo, el preludio perfecto, lo instrumental que nos cura, la experimentación más que la ansiedad de ganar fama, los escuchas atentos que descubren una nueva gran banda. Y después la cita poco postergada, el domingo de guardar roto por un concierto tan esperado que al mismo día la fila en la taquilla nos recuerda aquellos viejos tiempos donde las preventas no existían, tal cual circo llegamos a presenciar algo impresionante.
"Hunted by a Freak", en efecto, volvemos a ser secuestrados por esa guitarra Fender Telecaster con un sticker de la bandera de Escocia que ya nos resulta tan familiar: Stuart Braithwaite da su ya célebre "gracias" en español después de la primera canción de Mogwai. "Crossing the Road Material", la nueva música que los trajo de vuelta, el ánimo en ascenso, la chica que mueve los brazos al compás del ritmo como si estuviera en un show de Calvin Harris. "Party in the Dark", no sabemos que sucede afuera de El Plaza Condesa porque la voz que nos sorprende mantiene nuestra total atención, el rito instrumental se mancilla, pero nos alienta y un leve arpegio nos arrastra de golpe al pasado: "Take Me Somewhere Nice", a un universo alterno donde no sea domingo, a un lugar en el que no tenga que estar obligado a cumplir responsabilidad alguna, la voz en vocoder en un evangelio incomprensible, la inmovilidad que esconde el estremecimiento interno.
El viejo halcón nos entierra las garras en el cráneo, "I'm Jim Morrison, I'm Dead" el piano que guía una agradable debacle, "Coolverine" para de cierta forma calmar el ánimo furioso, y "Rano Pano" para engañarnos. ¿En verdad creías que esta sería una noche tranquila para descansar? El día de Dios se va al demonio con los acordes de guitarra que se integran cual lombrices a la tierra con los sintetizadores, los monitores brillantes de las laptops en el escenario nos demuestran que la tecnología bien aplicada también nos infecta de drama.
"Killing All The Flies", de nuevo esa voz difusa y las cuerdas manipuladas in crescendo que nos glorifican, "Remurdered" y su extraña reminiscencia a Kraftwerk, pero en vez de la Autobahn recorremos el camino a Ardrossan para llegar a un puerto gris como nuestro futuro reciente, pero no te preocupes, hasta “Mogwai Fear Satan” como tú le tienes miedo a lo que vendrá, pero que esa música orgánica que emana el ensamble te ayude, cierra los ojos, que el ritmo de la batería dicte tu andar, que la distorsión de golpe te haga efecto cual adrenalina en un pre infarto, cierra los ojos, que todo se borre, que el viaje te lleve muy lejos, y ábrelos de nuevo para darte cuenta de que no todo en tu vida es tan malo: podrías ser el sujeto iluso que no comprende lo que está pasando y se tapa los oídos mientras su novia se siente feliz de estar ahí, y piensas, muy en el fondo, muy penosa e indiscretamente, que tal vez ella de color azul jade estaría mejor contigo.
Pudiste haber tomado una siesta pero decidiste levantarte para apreciar un concierto estridente, visceral, dramático, impresionante, de esos que pocas veces puedes apreciar en un lugar tan pequeño y querido después de ver a leyendas del heavy metal a varios metros de distancia. En la simplicidad radica la grandeza, en la cercanía nos daña más lo poderoso, y tal vez nuestros tímpanos no soportan ya tanto como aquella primera vez de Mogwai en México hace 12 años entre columnas de mármol, pero desde aquella ocasión hasta la reciente visita, siempre hacen que inmóviles vibremos, o que el discreto movimiento nos limpiemos de lo que nos daña cual final de una limpia con una curandera.
"Old Poisons", viejas caras de las que te escondes, antiguos rostros que a pesar de su cercanía te resultan indiferentes, pero la música hace que soportes todo, el cansancio, el rencor, las ansias de reclamo innecesario, aquellos que agradeces que no platiquen ni que levanten sus teléfonos el afán de captar el momento en videos que se perderán en una línea de tiempo, los otros que atentos sacan conclusiones de cada acorde en sus mentes.
"Helicon 1" y el tiempo, espacio y distancia a la que te ha llevado la música instrumental, quédate en tu capullo, abrázate a ti mismo y florece para emprender nuevos caminos. "We're No Here", y después de un recorrido por gran mayoría de su entrañable obra discográfica y sus joyas recientes, te das cuenta de que Mogwai, de nueva cuenta, te ha dejado contuso y complacido. Su adiós en silencio ante aplausos te reconforta, una vez más has sido salvado, purificado, iluminado, la alerta de tormenta volvió a fallar, te espera una cena, unos tragos más, tu reconfortante guarida, y las canciones que volverás a escuchar una y otra vez hasta que cese la euforia post-concierto. El feedback que seguirá retumbando, estabas ahí y no estabas, no sabes dónde estarás después.