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Mikel Erentxun en El Plaza Condesa

Mikel Erentxun en El Plaza Condesa

Ruy Martínez
Michel Trevilla @TrevillaMichel

Michel
Trevilla @TrevillaMichel

25/Jul/2015

Detalles

Organización

Producción

Ambiente

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El Plaza Condesa

Intimidad musical en el show de Mikel Erentxun.

Un personaje de raro semblante, con claras cervezas de más y barba canosa, cantaba como si no hubiera mañana. Los años se ven en su rostro pero en su alma la fiesta sigue, al menos por hoy, Como él, cientos de “rockeros de ayer” se dieron cita en El Plaza en la colonia Condesa, algunos llegando con prisa ya que acababan de salir de la “chamba”; otros, la minoría, jóvenes vigorosos que buscan encontrarse con la música de sus hermanos mayores de la mano de Mikel Erentxun, un cantautor español que tuvo sus cinco minutos de “mega” fama hace más de veinte años con el éxito “En algún lugar”, canción que lanzó con su ex banda Duncan Dhu.

Un poco pasada la hora que estaba marcada en los boletos, el cantante español salió. Desde que pisó el escenario lo dominó, México estaba en sus manos. “A un minuto de ti” fue la primera canción, la nostalgia invadió el lugar. “Californiana” y “Un corazón llamado muerte” siguieron, el público respondió cantando desde el alma.

Cuatro músicos en el escenario fueron más que suficientes. La formación tradicional: dos guitarras, bajo y batería sirvieron para llenar de música al recinto, mismo que gozaba de un lleno moderado.

“¿Quien se acuerda de ti?”, “Mañana” y “Veneno” sonaron, retumbando en los corazones llenos de recuerdos de los asistentes que no paraban de corear cada una de las palabras de Mikel.

El concierto tuvo una pausa emotiva. Después de interpretar “Vasos de Roma y ginebra”, el español puso al público a cantarle las mañanitas a un miembro del staff, que emocionado salió al escenario agradeciendo el gesto.

La noche siguió siendo un éxito. “De espaldas a mí”, un éxito; “Cartas de amor”, un éxito; “Angela”, más éxito. Todo le salió perfecto a Mikel, su público lo alababa, sus fallas eran aplaudidas. De repente paraba a media canción para afinar su guitarra y aplausos recibía. Todo bien, hasta lo imperfecto fue perfecto.

Cuando el cantante dejó el escenario y las luces se prendieron anunciando el final de el concierto pasó algo increíble: el público se que inmóvil, no gritaron “otra, otra”, no corearon el nombre del cantante. Simplemente no se movió un alma, no voló una mosca. Todos los presentes esperaban una sola canción.

Mikel regresó al escenario, “A pleno sol” cantó, no era la esperada, sin embargo fue coreada.

Una guitarra sonó, unos acordes familiares salieron de los dedos del guitarrista, el escenario estalló, el Plaza hizo lo propio. “En algún lugar”, clásico del Rock en tu Idioma fue interpretado, no hubo alma quieta, aunque fanáticos de todas sus canciones, en realidad era esta por la que esperaban.

Mikel se despidió de México, sencillo, sin mucha parafernalia, como su música. Seguramente lo volveremos a ver.

Ruy Martínez

REDACCIÓN:

Ruy
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