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Fotos Cortesía EYESCREAM // Guacamole Project
Domingo de resurrección para la libertad de expresión en un México que aún guarda en sus profundidades el radicalismo ante lo inverosímil, lo extraño, lo que atenta contra las costumbres y el buen ver, como si todas las expresiones musicales debieran sonar y lucir como un títere de La Voz México, y mientras hay un país idiotizado por las apariencias, los productos olvidables y la música que solo se renueva a base de nuevas versiones de viejos clásicos, una larga fila afuera del Foro Indie Rocks! es el manifiesto del otro México, el que en la oscuridad encuentra su guarida, y en la música su catarsis.
“La sangre de Cristo tiene poder” reza una cartulina amarilla sostenida por alguien que nos bendice, pero que también nos señala, por alguien que cree tener su propia verdad, pero que tampoco nos conoce, por alguien que cree que estamos atentando contra sus creencias, pero que también atenta contra nuestros gustos. Entre algunos gritos y mentadas, se escucharon vitores ante un fan que extendió una playera de Marduk junto a la cartulina mencionada. La tranquilidad reinó más no la tensión, pero a diferencia de Monterrey, una pequeña protesta no pudo contra un concierto. Kadath comenzó a gritos la ansiada noche, su vocalista demostró poder y esencia ante el acelerado andar de una caja de ritmos, ambientes orquestales y guitarras acuchillantes. Through Torment demostró que el metal hecho en México que reside en el underground tiene tanta calidad como para sorprendernos, ecos de death metal entre intrincados solos y la vos gutural pero armónica que se llevaron los aplausos con temas como “Incineration”.
Y ante la espera y las cancelaciones anteriores, el panzerkampfwagen hizo su aparición a tambor batiente y listo para disparar y disipar dudas, “Panzer Division Marduk” como explosión en nuestra mente, cual alivio para nuestro espíritu, el comienzo del devaneo de los cuellos inertes y desesperados, los gritos de alivio ante lo que parecía imposible. “Baptism by Fire” para devolvernos la vida ante los bombardeos, y la gente que debió haber estado en misa, tal vez afuera comenzó a disiparse ante la poca fuerza de convocatoria de su protesta, el Foro Indie Rocks! repleto recibía la bendición maldita de Marduk.
“Werwolf” para invocar las alertas anti aéreas de Viktoria, el depurado black metal que emanaban perfectamente los amplificadores, la calma y la tormenta, los que solo observan y los que giran su cabeza trepidantemente e incluso su cabello araña delicadamente los rostros ajenos que alrededor observan y aprecian. “Es una bendición que este tipo de música no sea permitida en nuestra sociedad”, recalcó un pastor evangelista ante la cancelación del show de la banda en Monterrey, del cual Mortuus hizo mención, y entre silbidos y mentadas a la ciudad referida por parte del púbico, la Ciudad de México demostró civilidad y apertura, estábamos disfrutando una gran noche de música sin daño alguno.
“Throne of Rats” en honor a las bestias que en verdad cometen atrocidades, que escudados en los colores de su partido condenan y censuran música y eventos pero que son ciegos, sordos y mudos ante las verdaderas tragedias que provocan la autorización corrupta de una construcción que colapsa en la misma ciudad que evitó que la moral y las buenas costumbres fueran mancilladas por un concierto. “The Blond Beast” como la marcha ante nuestra calma y la catarsis de escuchar los acordes acelerados, la batería cual golpe batiente de artillería, la voz gutural y calmante, porque en la música encontramos el remedio perfecto ante lo que nos depara, la rutina que nos devora, los pagos que nos aquejan, las entregas y sus pesados deadlines.
“Into Utter Madness”, nuestra propia locura interior que se disipa ante la masacre sonora, la manada de lobos suecos mostró sus colmillos desde el primer hasta el último acorde, y el público respondió coreando su nombre, hasta incluso, en el clásico coro futbolero. Puños al aire y victoria in extremo por una noche que pudo no ser, pero que sin embargo salió avante ante la hipocresía de aquellos que creen saberlo todo. Al final todos volvemos a casa rendidos e ilesos, ni una gota de sangre como tanta que se ha derramado en nombre de aquel dios que dice amarnos, ni una agresión ante la provocación, nada de maldad después de que Marduk atentó contra nuestras buenas costumbres.