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Corría el año de 1995, cuando Peces, el álbum debut joven banda chilena llegaba por primera vez a los oídos de una generación que quedó marcada por él. Veinte años después, ese disco sonó en su totalidad con la misma furia y emotividad con la que se escuchó la primera vez que llegó a nuestras vidas. El Teatro Metropólitan, suspiró y cantó a la par de Lucybell cada uno de los himnos que han creado a través de dos décadas.
Como es tradición, hubo una banda invitada para abrir el show, en este caso los chicos de Odisseo fueron elegidos. Entre uno que otro aplauso tímido y las prisas de que muchos de los asistentes apenas iban llegando en busca de su lugar. Odisseo tocó parte de sus canciones más conocidas, “Barry”, “ingenuos”, “Días de Fuego”, “Mentía” y el cover a José José de “Seré”, fueron parte de un set corto pero cumplidor que dio paso al festejo de Peces.
Con “Eclipse” y “De Sudor y Ternura”, Eduardo Caces, José Miguel Foncea y Cluadio Valenzuela, salieron al escenario para adentrarnos en la máquina del tiempo de Peces. “No Me Vengan Con Paraísos” y “Grito Otoñal” sonaron para abrirle paso a “Vete”, el primer gran himno en provocar gritos y que puso por primera vez en la noche a cantar a una sola voz al Metropólitan.
“Tú”, “Sin Alas”, “Desde Acá” y “Rodar” fueron parte del trance que Lucybell provocó en vivo, quienes para dar cierre a la primer parte del concierto, y lo que era la conmemoración de los 20 años de Peces, “Cuando Respiro en tu Boca” levantó a todos de sus asientos, quienes no tuvieron defensa al escuchar en vivo una de las canciones más importantes y entrañables del rock latinoamericano.
Tras un muy pequeño descanso, Lucybell regresó para seguir con la cascada de éxitos. “Luces No Bélicas” e “Infinito Amor” explotaron con el poderío hipnótico que el trio transmite en vivo.
“Faltan 43, justicia, queremos justicia en Latinoamérica”, fueron las palabras que Claudio Valenzuela mencionó antes de interpretar un pequeño canto de indignación hacía los hechos que ha vivido el país, para después dar paso a “Piedad” del disco Lumina.
Si bien, el motivo del concierto era la conmemoración de los 20 años de su disco debut, (set que por alguna extraña razón se vio un poco desangelado). Lucybell no desaprovechó la oportunidad de regalarle a sus seguidores una noche llena de canciones que han sido parte del soundtrack de sus vidas. Con la teatralidad característica de Valenzuela al tocar la guitarra y su manera de cantar entre notas graves y agudas, “Fe”, “Viajar” y una emotiva interpretación de “Carnaval” hicieron que el ambiente se fuera haciendo cada vez más cálido.
“Ten Paz” y “Sembrando en el Mar”, encendieron la emotividad, misma que se reflejaba en las dos esferas de cristal que una arriba y otra detrás del escenario, creaban un afecto de luces que como estrellas, se combinaban con el universo de miradas emocionadas no perdían un solo detalle de lo que sucedía en el escenario.
Tras un poco más de dos horas de concierto, Lucybell cerró la noche con set de ensueño, en menos de 15 minutos el Teatro Metropolitan se convirtió en una locura al cantar los clásicos “Mataz”, “Mil Caminos” y tras una serie de gritos y porras que los hizo regresar de los camerinos, “Sálvame la vida” cerró de manera poderosa un concierto que seguramente dejó a sus fans más que contentos.