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Lejos está aquel 1995 cuando Lucybell se introdujo en la escena chilena con su primer álbum Peces, fue cuestión de tiempo para que las fronteras fueran rotas por la banda y su música llegara a México, el paso de los años los consolidó, y musicalizaron la vida de muchos, mismos que ayer fueron gustosos a El Plaza Condesa dispuestos a pasar un jueves por la noche con buena música.
Como el talento y las ganas de tocar son inagotables, el motivo principal del guateque de ayer fue la presentación del nuevo disco de la banda Magnético, esto significa que después de casi cuatro años los chilenos tienen música nueva, así que el menú era seductor, escuchar lo más reciente junto con lo que ya conocemos.
La noche fría era un buen marco para el recital, la gente llegaba con la firme convicción de encontrar un lugar cómodo, no sin antes al menos desviar la mirada al stand de merch de la banda que estaba en la entrada (hay que reconocer que le echaron ganas a tremendas playeras). El Plaza nunca presumió un lleno, sin embargo la entrada fue buena, y el público entregado desde el primer minuto, los adultos contemporáneos se adueñaron del lugar, dejando claro que hubo una generación que sí quedó marcada.
La cita era a las 21:00 H y el show empezó casi puntual, el quinteto se montó en sus respectivos instrumentos y dejaron sonar “Flotar es caer”, todo se transformó en gritos y felicidad, Claudio Valenzuela se limitó a agradecer cada que le era posible, si bien la interacción con el público no fue con mucho discurso, la conexión era más con las canciones, no había mucho que decir.
También sonaron de gran manera “Sálvame la vida”, “Piedad”, y canciones del Magnético como “Por amor”, que fue recibida de gran forma. Hubo un fragmento del show donde Cote Foncea abandonó la batería para tomar la guitarra, Claudio se sentó en la orilla del escenario y todos tocaron sobre secuencias, donde lograron construir una atmósfera íntima, después regresaron todos a su lugar para abandonar el escenario con “Cuando respiro en tu boca”.
La gente exigía más como es costumbre, ahora con un saxofonista invitado, la banda regresó y para sorpresa de muchos quienes esperaban un par de canciones, Lucybell tocó muchas más, fue un recorrido por toda su discografía, algo que el público agradeció, y también un buen termómetro para saber en qué momento está el grupo, y quedó claro que están para mucho más, estos cuatro años de ausencia no se sintieron, fueron potentes directos y muy buenos interpretando como es la costumbre.
Si bien la oferta actual de la música chilena es basta y muy talentosa, no eclipsa a quienes hace más de 15 años y bajo otro contexto llegaron para ser la banda sonora de mucha gente, y que hoy demuestran vigencia.