Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
El letrero en luz neón verde que mostraba la portada de El Paradise —disco lanzado este año bajo el sello propio La Gozadera Records que Los Amigos Invisibles se encuentra promocionando— recibía al público que agotó las entradas del evento para formar parte de la rumba de la banda de Caracas. Pasados 10 minutos después de las 21:00 H, las luces del escenario se apagaron y los gritos recibieron al grupo multi nominado a los premios Grammy (en sus versiones norteamericana y latina).
Así, daba comienzo una noche llena de ritmos latinos, funk, pop y disco."Sabrina", tema de su último LP que presenta la colaboración en las voces del gran Oscar D' León —cantante y contrabajista ícono de la salsa— inauguró el set.
El vocalista Julio Briceño saludaba con un "muy buenas noches, gracias por venir mi México querido" y daba paso a "Sueño erótico", uno de los temas más coreados de la noche. Seguido a este, "Qué rico", acompañado de los brincos de algunos de los asistentes.
La banda que en sus inicios, de manera curiosa, llamó la atención del ex Talking Heads, David Byrne —y que formó parte de su casa disquera— iba ligando canción tras canción, en un set casi libre de descansos. Siguió así "Viajero frecuente del amor", también de El Paradise. El baile seguía en la mayoría (un tanto insípido, por cierto). "Caliente" continuó éste show sin cortes armado a manera de DJ set.
El grupo –radicado desde inicios de siglo en la ciudad de Nueva York– siguió con dos temas en inglés: "Amor" (de Arepa 3000: A Venezuelan Journey Into Space, del 2000) y "Stay" del Repeat After Me del 2013, ambos coreados.
Aunque poco a poco el ánimo iba subiendo, los asistentes no correspondían a la energía de la música; había la sensación de que faltaba más. Con "La vecina", mejoró un poco.
Si bien, la mayoría fue un público joven, el recinto también dejó ver un par de niñas en hombros (cantando a todo pulmón) y una pareja que sobrepasaba los 50 años de edad.
Siguiendo la promoción de su último LP, un par de tracks se escucharon: "Contigo" y "Dame el mambo", en este último —que dejaba ver en algunos esos movimientos peculiares de quien no sabe bailar y no le importa— subió al escenario el primer invitado: McKlopedia, quien improvisó unas líneas en medio del tema.
Tras esto, el audio del lugar dejó escuchar el inicio de "You Give Love a Bad Name" de Bon Jovi para dar paso al intro de guitarra —al estilo de la vieja escuela del funk— de "Ultra-Funk". Los fanáticos, por fin, se pusieron a la altura del show e hicieron literalmente vibrar el piso.
Siguió "Anestesiada" (canción en la que colabora Kinky). Los músicos no descansaban, ni dejaban sus puestos. Un puente sonoro al final de "Diablo", que dejaba oír el clásico ochentero "Mr. Roboto" de Styx, sirvió para presentar uno de los temas más esperados: "Mentiras".
Después, la otra invitada de la noche, su compatriota Laura en los temas "Viviré para ti" (originalmente cantada junto a Natalia Lafourcade) y el reciente hit "Espérame" (grabado en conjunto a Elastic Bond).
La recta final del concierto llegaba —y el único encore también—. Con un inicio a piano y voz (apoyado por el canto de todos) llegó "El disco anal". Al bajar del escenario, los asistentes pedían "Ponerte en cuatro" y los sudamericanos, al subir de nuevo —con la melodía "Conga" de Gloria Estefan de fondo— los complacieron en el clímax de la noche.
La noche fue cerrando con más éxitos: "Aquí nadie está sano", grabado junto a Los Auténticos Decadentes y "Cuchi cuchi" con una parte de "Bésame Mucho"
"La que me gusta" dio cierre al concierto que marcó el regreso de Los Amigos Invisibles a México, tras hacer acto en el festival Rockfest de octubre pasado, un espectáculo lleno de ritmos latinos que invariablemente pone de buenas. La parte inicial de "Smell Like Teen Spirit" de Nirvana dio la sensación de que los de Caracas interpretarían una canción más. Al apagarse las luces, nos dimos cuenta de que no sería así.
Con esto, una de las bandas sudamericanas consentidas en México mostró su energía y su mezcla de estilos que la han llevado a recorrer el mundo. El recinto, por su parte, cumplió en organización y audio. Cabe decir que el público, aunque tuvo momentos de mucho vigor, quedó corto a la calidad de la música y a esa etiqueta de uno de los mejores del mundo.