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Los Amigos Invisibles en El Plaza

Los Amigos Invisibles en El Plaza

Detalles

Organización

Producción

Ambiente

Lugar

El Plaza Condesa

Artista(s)

De la oficina a la pista de baile.

Es martes, pasan las 22 H. En el escenario de El Plaza Condesa, Los Amigos Invisibles, banda emblema de Venezuela, se encuentra invitando al público al “Cuchi Cuchi”. Mientras, en la pista cientos de personas bailan y disfrutan de la fiesta. Al voltearlas a ver me doy cuenta que la escena es similar a la de una fiesta de fin de año de oficina, todos iban con su ropa de trabajo y tenían más de 30 años y bailaban canciones de hace más de una década recordando su temprana juventud, mientras se empedaban entre semana, ¿qué es esto sino la posada del trabajo?

Los Amigos Invisibles lleva dos décadas sobre los escenarios. Por este motivo decidieron abrir, no una, sino dos fechas en la CDMX para festejar con uno de sus públicos más leales. La noche empezó con un audio en el que la banda recordó sus más grandes éxitos mientras lanzaba la pregunta: ¿qué estabas haciendo cuando escuchaste esta canción?

Como ya se pudo deducir, el concierto estuvo plagado de éxitos como: “Mentiras”, “Cuchi Cuchi”, “La que me gusta” y “Ponerte en cuatro”, entre muchas otras. Este set solo motivó más a los asistentes que lograron llenar El Plaza Condesa y que sacrificaron el cansancio y la cruda del día siguiente para estar con esa banda que seguro los acompañó en la prepa o secundaria.

Lo interesante de esta banda en vivo es que a pesar de tener un sonido bastante electrónico muy pocas secuencias son usadas en sus presentaciones, cosa que el vocalista señaló cuando estaba presentado a la banda. De hecho, las secuencias o sampleos, solo fueron usados notoriamente entre canción y canción, ya que de vez en cuando metían introducciones de clásicos como “Barbie Girl”, “Bohemian Rhapsody” (porque siempre es bueno subirse al tren) y hasta “Mi gente” de J Balvin.

Es justo la introducción de J Balvin lo que da paso a otro dato interesante de Los Amigos Invisibles: el sentido del humor. Si bien no es una banda que para nada tenga prejuicios musicales hacia el reggaeton, en este caso el soltar este intro fue más un acto de comedia, para sacar una sonrisa al público y vaya que lo logró.

El humor también se notó en el momento en el que Julio Briceño, vocalista, parodió el famoso momento en el que Freddie Mercury puso a cantar a todo el estadio Wembley por allá de 1985. Solo que en lugar de usar fonemas sin significado los sustituyó por un “culeeeero”.

En cuanto al público debo decir que no era lo que esperaba pero una vez reflexionando, tampoco sorprende. Como dije se trató en su mayoría de gente recién salida de la oficina, alguno incluso aún llevaban saco y corbata. Es más, hubo muchos que llegaron tarde muy seguramente por sus obligaciones laborales combinadas por el tráfico citadino en vísperas de la celebración de la Virgen de Guadalupe.

Sin embargo esto no debe tomarse a mal ya que, si bien un adolescente deja toda su energía en un concierto como si no hubiera mañana, el joven adulto sabe cómo dosificar la fiesta, lo cual convirtió el concierto en un espectáculo de menos a más logrando que al final esto pareciera más un bailongo que un simple concierto.