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Los esfuerzos para romper las fronteras en la música siempre son actos que deben agradecerse; lo de anoche fue una especie de comunión de quienes luchan por lo mismo. En Uruguay, las fiestas de Contrapedal se convirtieron en algo parecido a una brújula que sirve para entender el rumbo que quiere tomar la escena en Latinoamérica.
Tarde o temprano iba a pasar; Contrapedal llegó a México y el Foro Indie Rocks! fue el recinto que se encargó de albergar semejante fiesta con un cartel multicultural imperdible. Pasadas las 21 horas, desde Guatemala llegó a la tarima del Indie Rocks! Los Tiros, que con una mezcla de rock, punk y western empezaron a calentar la noche.
Aunque su baterista no pudo realizar el viaje, un músico suplente y algunas secuencias lograron un show digno en el que sonaron canciones como “Casino”, que prendieron al público que no dejaba de llegar y de empujar una pelota gigante que los acompañó durante toda la noche.
Ya con una buena entrada, la banda brasileña Apanhador Só sorprendió con un show que recorrió varios paisajes sonoros. Demostrando por qué están nominados al Grammy Latino, expusieron varios recursos desde hacer sonar un rin de llanta hasta un encendedor, crearon atmósferas cálidas que contagiaron al público pudiendo calificar de exitosa su primera visita a nuestro país.
El plato fuerte de la velada era una banda compatriota que presume tener uno de los mejores actos en vivo del país y que es una garantía de diversión: Descartes a Kant, cuya presentación fue el fin de su gira y el último concierto del año, por lo que estuvo llena de sorpresas.
Frente a un foro que lució su mejor entrada durante la noche, sonaron “Buy all my Dreams”, “Robbery”, “Maniqui Bordello” entre otras; con invitados especiales como René Mooi, Vanessa Zamora, Lia Pérez, Chavo de Austin TV y Dani Umpi, logrando que la pelota gigante pasara del suelo al aire.
Pasada la medianoche llegó el turno del uruguayo Dani Umpi, quien saltó al escenario con tacones, vestido y una peluca, poniendo a bailar a un público aguantador al que llegó a la emoción cuando interpreto una versión muy a su estilo de “No soy una señora”. Durante su set, que dejó un muy buen sabor de boca, también sonó “Mi Charles Manson”, acompañado de Descartes a Kant.
Al final, Chavo se aventó un DJ set para los más fiesteros, cerrando una noche digna de una primera edición mexicana de Contrapedal triunfante, sinónimo de dejar abierta la puerta para muchas más.