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“Mente, cuerpo y espíritu”. Eso nos pidió trabajar anoche, uno de los más grandes MC's que ha dado el mundo de habla hispana en las últimas dos décadas: Kase.O.
En su regreso a la Ciudad de México –después de tener dos exitosas presentaciones con su formato de Jazz Magnetism hace algunos pocos años (José Cuervo Salón, 2014 y, Hip Hop Music Fest Vol. 1 en el Pepsi Center WTC, 2015)–, el rapero zaragozano y miembro original de Violadores del Verso, nos demostró ayer en su directo en el Pabellón Cuervo que su legado nunca cesará. Al contrario, se siente cada día más fresco.
Las ganas en la gente presente en el Pabellón se sentían al rojo vivo. Había tres mil personas esperando ver al gran "Jode Culos" Ibarra en acción. 20:30 H y un nuevo habitante de la CDMX –emigrado de Venezuela– saltó al escenario. Se trataba de Mcklopedia, recurrente MC ganador de la Batalla de los Gallos y reconocido por su gran habilidad en el freestyle. Una, dos y tres canciones; el público lo recibía bien pero, su urgencia por Kase ya se hacía evidente. La noche era joven aún. ¡Hacía un calor del infierno! Y como esta vez la disposición del recinto no dividió las zonas –todo fue general–, podías estar compartiendo sudor corporal con el más "pacheco" o con un chico fresa que igual ama al rap.
Seguido de Mcklopedia, una sorpresa: El Momo –de quien debo reconocer, me encanta el nombre–. El MC español de rap hardcore comenzó a aventar rimas, una tras otra. Interactuó con el público y portó una playera de la selección mexicana. No se cansó de tirar piropos a Kase.O y a la vieja escuela del rap de España. Mientras él escupía letras sobre aceptación, liberación, equidad, y más, la gente luchaba por llegarse más adelante para estar cada vez más cerca de su ídolo, Javier Ibarra. "Sois lo mejor, Ciudad de México", declaraba Momo. Se despidió con un tema de su nuevo disco que saldrá más adelante y dejó el escenario caliente para recibir al que esa noche se convertiría en un Mesías del hip hop.
Entero como siempre, de inmediato iluminó la tarima con su luz interna, su sonrisa, su magia y sus rimas. "Llevamos mucho tiempo planeando este show, Ciudad de México, esta noche vamos a abrir nuestras mentes", comenzaba. La razón de su regreso, fue la presentación de su nuevo disco en solitario, El Círculo, su trabajo más ambicioso y versátil a la fecha. Publicado a finales del año pasado, este álbum nos muestra todas las facetas del MC: el poeta, el borracho, el deprimido, el renacido. El set comenzó con "Intro" y se siguió en estricto orden con más temazos de dicho material: "Esto No Para", "Yemen", "Triste", "Guapo Tarde" y "Viejos Ciegos".
Al saber que la gente esperaba clásicos del grupo que lo llevó a la fama internacional, Violadores del Verso, Kase tiró las joyas que son "Pura Droga Sin Cortar" y "Ninguna Chavala Tiene Dueño". Cabe mencionar que a esta altura –1/3 parte del show–, Javier nunca titubeó y vaya que su lírica es elaborada. ¿La respiración? ¡Impecable! En verdad es un MC que merece gran respeto por su disciplina, concentración y entrega.
Después de esos momentos de locura, "Amor Sin Cláusulas" del nuevo disco nos puso románticos y tranquilizó un momento hasta que para "Billete De Ida Y Vuelta". Javier invitó a la MC originaria de República Dominicana -y ya también residente en México-, Arianna Puello. Además de unirse a esta canción de Kase, Ari explotó con su ya clásica "Oye Lo Que Traigo" y la gente se volvió loca. ¡Grandes!
Javier estuvo interactuando con los presentes durante todo el concierto; ya sea desde para agradecer a los fans; dar palabras de aliento por la guerra en Siria; brindarnos ánimo por la actual situación social de nuestro país y expresar su amor hacia la gente de Chiapas; compartir su mensaje sobre lo importante que es visitar y amar a nuestros abuelos, entre otros temas, hasta soltar frases como "Sois la verga México". De nueva cuenta, clásicos de la Doble V sonaron ("Chúpala" y "Vivir Para Contarlo"). Es importante mencionar el acompañamiento y talento de su eterno compañero en la tornamesa y en Violadores: R de Rumba. La gente coreaba "oe oe oe Kase Kase, oe oe oe Rumba Rumba". También, El Momo secundó a estas leyendas en el escenario, fungiendo como el weeman de Javier.
"La Cúpula" llegó antes de "Pavos Reales", donde el telonero Mcklopedia fue invitado para lo que fue una colaboración fresca y que le dio aún más chispa a la noche. Luego, reversiones del directo de Kase O Jazz Magnetism con arreglos más de fiesta llegaron con "Javat-Ragga-Boogaloo". Ya llevábamos más de una hora, el ambiente era insuperable. La gente mantenía las manos en el aire, seguía las letras con su voz de pe a pa sin chistar y cuando sonaron los beats de "No Sé Qué Voy A Hacer", la locura ya estaba en su clímax.
No parecía que pudiéramos ir más arriba con nuestra pasión, pero Kase comenzó a contar/interpretar cómo escribió "Mazas y Catapultas" en un día lluvioso en Zaragoza. A su vez aplaudió a las mujeres que asistimos a su show por escuchar rap, igual que celebró a los hombres que siguen el género.
Ahora sí, la magia se terminó; al menos eso pensamos algunos, pero era evidente que no se podía despedir sin aventar la bomba caliente que es "Mitad y Mitad". Benditos aquellos que tuvieron a quien darle un beso o arrimón mientras sonó este TE MA ZO. Kase, El Momo y Rumba dieron las gracias y salieron del escenario, pero no tardaron en regresar para el primer encore con "Javat y Kamel", "Como El Sol", y "Repartiendo Arte".
Es real cuando les cuento que la entrega de los seguidores del MC era total. Todos queríamos más y más, ¿lo mejor? NOS DABAN MÁS. Para el segundo encore y ahora sí final del show, Javier liberó sus demonios bajó una tenue luz blanca que abrió su alma con "Basureta". Nos llevó a saltar como locos con otros icónicos temas de VV: "Cantando" y "Ballantines". Finalmente para "Outro", Kase se sintió tan en confianza que concluyó el directo confesando que regresará a México el próximo año para ser parte del Vive Latino.
Queridos míos, les adelanto que si planean ir a dicho festival a verlo, definitivamente será uno de los mejores conciertos de su vida. ¡Larga vida al rey! Que en paz viva y paz nos dé.