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Algo especial del Foro Indie Rocks! es la magia que nace cuando los fans por fin se reúnen con su banda o cantante favorito, y es que en este venue, quienes asisten son verdaderos amantes hasta la medula de la música por la que van.
Ayer martes este momento místico volvió a suceder cuando se presentó Kakkmaddafakka, una agrupación de indie rock de Noruega. La velocidad con la que el concierto fue sold out habla de la intensidad con la que los fans querían volverlos a escuchar.
Eran las nueve de la noche y el foro seguía llenándose en sus dos pisos. Fue hasta media hora después cuando ya no cabía ni un alfiler, que se oyó la genial música de intro con la que Kakkmaddafakka da pie a su espectáculo. Uno por uno los integrantes de la banda fueron subiendo hasta el último, Axel Vindenes, quien tomó el micrófono y gritó las primeras letras de la icónica “Touching” haciendo volar a un público ya efervescente.
Inmediatamente siguió la suave “Galapagos”, una de las muchas nuevas canciones que tocaron de su más reciente álbum KFM (2016). Después hubo una breve pausa en la que Axel expresó que “extrañaron a México y sus fans desde su última presentación en el país en el 2014”. Continuaron con la nostálgica “Someone New” y la esperanzadora “Young”, que pare ese entonces el público ya estaba completamente hipnotizado.
La agrupación se presentó esta vez con sus seis integrantes, a excepción de su particular coro llamado “Kakkmaddachoir”. Aunque el escenario no es tan grande, lograron acomodarse perfectamente, ya que hay que recordar que les gusta tener mucho desenvolvimiento mientras tocan.
Más adelante, Pål Vindenes cautivó a todos cantando la romántica “Is She”, para transitar a la irreverente “Gangsta”. Casi llegando a la mitad, tuvo espacio la fenomenal y frenética pieza acústica “Heidelberg” en la que el nuevo tecladista, Sebastian Kittelsen, se quitó la playera para agitar la singular bandera de Kakkmaddafakka por el escenario.
En la segunda parte vinieron canciones más tranquilas como la tierna “Fool”, la distorsionada y melódica “Young You”, así como una de las mejores piezas de KFM, “May God”, en la que la banda tuvo un espacio para improvisar con solos que deslumbraron a los presentes. Seguido esto, sonó la que posiblemente es una de las piezas más reconocidas de la banda, “Restless”, que puso a bailar a todos los presentes tan fuerte, que pareciera que tenían la firme intención de hacer venir abajo al edificio.
Al terminar la canción, la banda salió para regresar brevemente con un encore algo extraño en donde antes de tocar, Axel se disculpó diciendo que “esperan regresar este año para que escuchemos todas las canciones que les hicieron falta”. El encore lo abrieron con la modesta “30 Days”, para después seguir con el clásico cover sorpresa que hace el percusionista Lars Helmik, que en esta ocasión fue la noventera “What is Love” de Haddaway. El final lo dieron no con “Drø Sø”, si no con la cautivante y divertida “Forever Alone”, con la que los fans cantaron cada letra con todos sus pulmones.
Así, terminó una excelente velada con una banda que destila pasión por la música que hace y un público más que fiel a sus locuras. Esperemos que cumplan su palabra y los volvamos a ver este año.