13/Mar/2025
Gaspard Augé y Xavier de Rosnay, mejor conocidos como Justice, regresaron a la Ciudad de México para promocionar su más reciente material -HYPERDRAMA- y para hacer del ombligo de semana una fiesta desenfrenada. A 15 minutos para que comenzara el show del dúo francés, aún se percibían varios asientos vacíos en el Palacio de los Deportes, pero justo antes de comenzar el show se empezó a notar más lleno.
A las 21:20 H -dando tiempo para que los últimos Godínez atascados en el tráfico infernal de la capital llegaran- se apagaron las luces y un escenario geométrico de luces tomó protagonismo al ritmo de “Genesis” y “Phantom”. Unos arpegios espaciales de sintetizador introdujeron a la banda y, de repente, la icónica cruz luminosa acompañada de luces láser.
Justice es una banda que dice más con sus ritmos y sintetizadores -que serían la banda sonora perfecta para una película de ciencia ficción- que con palabras. Aunque con temas como “We Are Your Friends”, su limitada letra fue suficiente ser coreada por todos los asistentes así como levantar los puños de la audiencia al unísono. “One Night/All Night” nos bendijo con la voz de Kevin Parker que emocionó a los asistentes envueltos en luces color fuego, lo mismo haría más adelante “Neverender”, esta vez simulando una noche estrellada con las chispas luminosas.
El escenario de Justice nos remonta a la sala de comando de una nave espacial, desde donde el dúo controla todo, acompañado de unas plataformas elevadas e iluminadas que cambian de posición contínuamente y unos marcos de luz en la parte posterior del escenario. En la primera sección, la banda francesa hizo un mashup que resume dos décadas de carrera con temas como “Alakazam!”, “Mannequin Love”, “Love S.O.S” y “Generator”, sin dejar espacio para descansar a la audiencia.
Para “Stress”, las luces color sangre nos cubrieron en esa atmósfera tensa y violenta de su video musical. En seguida, “Afterimage” hizo una transición perfecta a “Chorus”, cuyos beats sincronizaban a la perfección con el encendido y apagado de las luces geométricas. Con “Audio, Video, Disco” bien pudo haber cerrado la noche con broche de oro, los ánimos a tope e incluso el apoyo de la audiencia y las linternas de sus celulares que se combinaban con las estrellas proyectadas por el escenario.
Después de un breve encore, el dúo regresó en medio de aplausos para concluir su concierto con un ininterrumpido y frenético combo de hits como “Planisphère”, “Heavy Metal”, “Civilization”, reiterando el poder de “Phantom, Pt. II”, “We Are Your Friends”, “Safe and Sound” y llegando al clímax con la icónica “D.A.N.C.E.” y “Neverender”. La dupla que compone Justice se tomó un momento para absorber el aplauso de los miles de asistentes y bajar del escenario para estrechar algunas manos de los de las primeras filas.
Sin duda, hay un abismo de diferencia entre escuchar la música de Justice en tus audífonos y vivir la experiencia de uno de sus conciertos, así como compartir esos ritmos espaciales y beat drops junto con otros seres humanos. Inicialmente pensé que el Palacio de los Deportes quizás les había quedado grande, pero el público mexicano me mostró lo equivocado que estaba y la gran audiencia entusiasta que tienen.
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