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Han pasado seis meses desde la celebración del festival online Marvin Gateway y aún no supero un chiste que escuché en la participación del standupero Guy Trejo, cuando bendijo a los organizadores por haber invitado a Javiera Mena y no a Javiera-Burrida (ja, ja, muy gracioso, ¿no?). En fin: cuando vi que la fila para el concierto de la cantante chilena en el Foro Indie Rocks! daba vuelta a la calle, comprendí que la noche pintaba para ser mucho más que amena. Las luces adornaban tanto el lugar como el vestuario del público e, incluso, había un tinte de conciencia histórica flotando en el aire aquel 9 de diciembre: al mismo tiempo que House Of Vans abría sus puertas en la Ciudad de México —y un equipo de fútbol muy famoso se disputaba su primera final de liga en 20 años— presenciamos el regreso triunfal del dance pop a los foros de la capital, a cargo de quien se ha convertido en una de las divas del género.
Con poco más de 15 años de carrera, Javiera Mena se ha desmarcado de la balada indie para entrar de lleno a los sintetizadores y el pop electrónico, allá en donde otrora reinaron Daniela Romo y María Conchita Alonso. La voz de Javiera se ha convertido en la de una generación ávida de nuevos himnos al amor, a la celebración de la vida y a la libertad de ser uno mismo. Por ello, un Foro Indie Rocks! lleno casi en su totalidad no escatimó en terminar todos y cada uno de los versos de la cantante, y en formar una comunidad fugaz durante alrededor de una hora que experimentó la música así, “al unísono”, tal cual versa una canción de la chilena.
La cantante queretana Adryanna Cauduro calentó la pista con una retahíla de sonidos electrónicos, versos pop y un carisma que conectó con el público cual estrella de la radio. Pero fue minutos después de finalizado el primer acto cuando el escenario explotó de verdad con la salida de Javiera, enfundada en un traje rojo-color-corazón y acompañada de dos mujeres instrumentistas. Aunque faltaron las coristas y la escenografía prometida en otros conciertos alrededor de Latinoamérica, el Foro no tardó en convertirse en una discoteca de tonos rosa, con una Javiera que no paraba de bailar con su propia música y de divertirse como niña frente a sus teclados. Todo frente a un público deshecho en baile y en la alegría de reencontrarse con los versos a viva voz de “La Joya”, “Dentro de ti”, “Corazón Astral” y “Debilidad”, culminada en el grito colectivo de: “¡Javiera! ¡Así!”.
Bastó esta introducción para que Mena sintiera el cariño de su audiencia y el placer enorme por volver a verla. Por ello, la cantante aprovechó para elogiar la energía del Foro y recordarle lo mucho que admira la afinidad del público mexicano con el género de la balada. Así —en un corte que se sintió más bien abrupto—, se sentó frente a su piano y comenzó una exploración de viejos y nuevos clásicos de su carrera. Dedicó su cover de “Mujer contra mujer” a “todas las lesbianas de México”, a lo que el público reaccionó con una interpretación letra por letra del tema original de Mecano. Sin embargo, “Esquemas juveniles” y “Sol de invierno”, recuperadas de su primer álbum, no corrieron la misma suerte, y lamenté sobremanera que Javiera no las interpretara de inicio a fin, sino que las uniera en forma de medley. Entonces me di cuenta de que el pasado de la artista, aunque sublime, es un capítulo que se cierra de a poco.
Los sintetizadores, por este motivo, tardaron poco en volver; aún conmovido por la nostalgia del bloque anterior, el público se deshizo en gritos con la interpretación de “Otra Era”, donde vimos a Mena y sus compañeras portar una vez más las clásicas gafas futuristas que adornan la portada del álbum con el mismo nombre. Terminado este momento, el baile volvió triunfalmente con “Flashback”, “Luz de piedra de luna” y “Culpa”. “Yo no te pido la luna” también sufrió un recorte, pero sentó el ánimo para la explosión enérgica de “Espada” y, por supuesto, de “Diva”, un tema autorreferencial que ahora da cuenta del status adquirido por Mena entre sus fans. Desde luego, el público no podía despedirse del Foro sin ahogarlo con una interpretación improvisada de “Agüita”, tema de Danna Paola coescrito por la propia Mena en 2013.
Javiera Mena dejó claro que su carrera solo apunta hacia adelante, y que más de una década de trayectoria no ha transcurrido en vano. Ha pasado de ser la tierna cantante de tinte adolescente que era recibida por un Teatro de la Ciudad a la mitad de su aforo a convertirse en una sólida show-woman a la altura de las más grandes estrellas del pop, capaz de llenar un Foro Indie Rocks! y hasta más. De nuevo, el público mexicano la abrazó con suma calidez, en una presentación que distó de ser amena o aburrida, y fue más bien un reencuentro casi esotérico con la magia del pop electrónico, con el baile y con el amor que emana de cada uno de sus acordes. Nos vemos a la próxima, Javi, cuando te hayas cansado de dar pasos de gigante.