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Cuando escuchas la frase “show de hip hop”, lo primero que viene a tu mente —estoy casi seguro— es un montón de vatos bien “reales” cruzados de brazos y moviendo la cabeza. Ésta, era la realidad de una escena de rap rezagada en el panorama musical mexicano. Generalmente los nichos musicales están llenos de estereotipos, algunos correctos y, otros bastante alejados de la realidad que terminan mermando el alcance de los mismos. En este sentido, podemos coincidir en que la llegada de Homegrown al rap mexicano marcó un antes y un después en la manera de hacer las cosas (tanto a nivel musical como de negocio). Pues bien, en cuestión de shows las cosas no son tan distintas.
El pasado 24 de junio nos reunimos en el Pasagüero, uno de los lugares preferidos para las presentaciones de música rap en sus diferentes versiones (batallas, shows y presentaciones de disco). Homegrown Crew nos prometía una noche que estaría lejos de ser ordinaria. La cita fue a las 22:30 H, aunque, claro, no inició sino hasta después. La primera etapa del evento estuvo a cargo de uno de los productores más relevantes de los últimos días: BrunOG, quien nos hizo saltar y bailar con samples y mezclas de canciones de los también miembros de La Trampa Records.
Aunque la gente se mantuvo un tanto apática, algunos de nosotros preferimos mover el cuerpo y bailar con una pareja improvisada al ritmo de los beats que se antojaban a reguetón y a trap. Mientras su DJ set continuaba, el ingreso de las personas era cada vez más continuo y el lugar se iba llenando poco a poco. Fiel a su costumbre, el público empezó a impacientarse y en lugar de disfrutar una selección de tracks que, para mi gusto, fue digno de su presentación en el Pepsi Center aquella vez que abrió para Die Antwoord. En fin, la noche seguía y el calor iba en aumento con cada minuto que transcurría.
Yoga Fire —con su carisma elocuente—, Fntxy y, Dee, con temas como “Bolt”, “1999x” y “Verano del 99” (cortes incluidos en el esperado material Historias del 55) rompieron la espesa atmósfera que se iba adueñando del recinto ubicado en Motolinía #33. La gente coreaba de principio a fin, saltaba, se aventaba contra la barricada, levantaba las manos y se entregaba por completo.
Una serie de fallas técnicas interrumpieron el show. Al parecer, los micrófonos de algunos no servían o fallaban a mitad de la canción y, los mezcladores y el autotune en las consolas de Trill (quien estuvo a cargo de las pistas), simplemente no funcionaban como debían. Pero, después de unos minutos, todo estaba solucionado. Fue el turno de que Alemán subiera al escenario y que con tracks como “Pues qué pues” y “Rolemos otro” hizo que la gente reventara y perdiera el control.
El ambiente nunca fue hacia abajo; es más, incluso en el momento más íntimo, ese en el que Yill subió al escenario con su potente voz y se presentó por primera vez frente al público capitalino (también su bautizo como parte de la familia de Homegrown), la gente movía las caderas y se apretaba a su pareja al ritmo de un R&B muy suave.
Durante el show, sin seguir un line up específico, pudimos escuchar las canciones de cada uno de los integrantes y rolas en colaboración con gente como Go, quien se unió a la fiesta. También se estrenaron temas que aparecerán en los nuevos materiales de Yill, Alemán, Fntxy y el resto de los integrantes de la Homegrown Family.
Sin ir más lejos, el show se convirtió en una fiesta. Todos disfrutaron de la música y los artistas eran los que más eufóricos se encontraban. Con botellas de Hennessy y cervezas en mano, saltaban, bailaban y rapeaban sobre las bases que entraban por los oídos de todos los que nos encontrábamos en Pasagüero. Hicieron llegar esas rimas hasta lo más hondo de nuestro ser.
En algún punto del espectáculo, todos estaban sobre la tarima: Yoga, Fntxy, Alemán, Yill, Bobby Bass, Go, Dee, Trill y toda la gente que los acompañaba en el backstage. Bailando, saltando y soltando rimas. No, esto no era un show de rap como cualquier otro… esto fue un festival de una noche al ritmo de rap, trap y uno que otro reguetón.
A quien le quede duda de que el rap en México está en su mejor momento puede preguntarle a cualquier asistente de esta celebración… les dirán lo mismo que yo: ¡Homegrown es la medida!