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La atmósfera al interior del venue de la Roma norte comenzaría a llenarse de augurios de reverb y vocales afiladas pasada la siete de la noche, reduciendo la doble fila de público que daba la vuelta a la calle y sorprendiéndonos con el imponente acomodo escénico sobre el templete externo; telas blancas de piso a techo, doblete de drum kit seteado, luces multicolor y la intención de sónica prendida estrógenos a punto de partir en dos; Warpaint de regreso en CDMX.
La apertura de la noche correría a cargo de Ana Guillén, Carolina Tene y Nathalia Romo al filo de “Cactácea”, arrastrándonos desde el primer momento entre el strum de jazzmaster sumergida en efectos, graves profundos y uno de los despliegues baterísticos más destacables del alt psych nacional.
Neptuna deleitaría a los asistentes avanzando entre sonidos hard sound, shoegaze y lo que podríamos describir como oleadas de spooky surf, haciendo aún más evidente el aura de mística sonora proyectada por las integrantes en canciones como “Mar Rojo”, “13” o “Ikite Iru”.
Tras poco menos de cuarenta minutos, la agrupación cerraría su set agradeciendo la invitación por parte de Hipnosis y el apoyo a proyectos femeninos, dejándonos con una sensación de energía venida a más entre explosiones de armonía pirotécnica vía “Cuarzo”, rayando con el impulso de sonidos californianos a punto de impactar.
Tras un breve interludio, el escenario del Indie Rocks! resonaría en gritos de euforia compartida al ver a Emily Kokal y compañía colgarse sus offsets al cuello, reemplazando el silencio de standby por el combo “Stars”/”Champion” que dejaba en claro la marcada diferencia entre la versión en record del cuarteto y su imponente acto en vivo.
El juego en la iluminación, aunado al dominio de escenario de las cuatro instrumentistas, nos regalaría una dramática y casi ininterrumpida cascada de cortes. Intercalando tracks como “Hips” y “Hard To Tell You”, extraídos de su más reciente material, con canciones como “Intro” y “Keep It Healthy” del homónimo de 2014.
Si bien la intensidad al interior del foro se había mantenido hasta este momento, sería con la llegada de “Love Is To Die” que nuestras gargantas e instinto musical reventarían siguiendo el espíritu del himno hard dream. Los destellos azul anaranjados bañaban el gear de las californianas, fundiendo vocales expansivas y soundscape en el blasteo de la batería. El caudal de ligereza armónica crecía entre la multitud trayendo consigo “Krimson” seguida de “Melting”, haciendo aún más palpable la textura de los tintes de guerra en los que se había convertido la atmósfera capitalina.
Daba inicio la recta final del setlist cuando un corte de electricidad, musicalizado por el remain en los tambores, interrumpiría la presentación del cuarteto, sorprendiendo a organizadores, audiencia y artista durante unos inquietantes veinte minutos donde el futuro del show parecía incierto. Tras maniobras excepcionales del personal del foro, el técnico de guitarras reincorporaría los instrumentos el grito de “¡Güero!” anunciando el regreso de Warpaint sobre el escenario, convirtiendo tragedia en hipersensibilidad la contundencia de “Bees”, “New Song” y “Disco//very”.
En encore tomaría sabor de long play tras el respiro forzado, regalándonos un combo de cortes icónicos vía “Elephants” seguida de “Beetles”, culminando entre gritos de celebración, palmas al aire y el cariño ganado a base de pureza sonora con “Send Nudes”; Warpaint resonando en nuestros pechos.