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Si algo ha caracterizado la curaduría del festival Hipnosis ha sido su buen oído al momento de acercar las fronteras de la psicodelia caliente al público nacional, colocando el foco de atención sobre proyectos como los que la noche de ayer rasgaran las paredes del foro de la Roma Norte, valiéndose de guitarras en fuzz, desgarre vocal y el continuo impulso psych inyectado en esteroides.
Pasadas las nueve y habiendo atravesado la selección musical cortesía de Alephsis (Ruido Shop) el PA al interior del Indie Rocks! rompería el stand by con el resonar en la Telecaster de Alex Delgadillo, frontman de los mexicanos, augurando un setlist de stoner salvaje con el guiño de misticismo e impulso personal sello del triplete.
El Culto del Ojo Rojo embestiría a los asistentes con más de un track extraído de su álbum debut, pasando por temas como "Hombre Prometeo" o "Centurias", hasta darnos una pequeña muestra del sonidos que la agrupación tiene preparados para un futuro nada lejano, apostando por por una línea más melódica y sumergiéndonos entre cascadas de lisergia instrumental.
Llegábamos a mitad de concierto bajo la plegaria eléctrica de "Sin Miedo a Morir", dando cierre a la participación de los chihuahuenses y dispuestos a todo lo que el rally de sonidos andaluces tuviera preparado en su primera visita a la capital.
Con un manubrio fundido al stand de micrófono, Derby Motoreta's Burrito Kachimba daría inicio a la marejada de sonidos españoles tirando hacia todas direcciones, usando los primeros dos temas como plataforma para acelerar vertiginosamente con la llegada de "El Valle" al interior del pabellón auricular.
Con los sevillanos entrados en calor, la noche devendría en un estruendo constante de hard psych y recursos flamenco, exprimiendo hasta la última gota de guitarras, bajo, sintes y batería para cubrir al público con las mieles de la kinkidelia.
"Caño Cojo", "Gitana" y "Turbocamello" servirían de atmósfera para acompañar las acrobacias del sexteto, pasando de slam a saltos coordinados al desfile del vocalista entre los asistentes, sin pasar por alto la participación de David "El Indio" tras la darbuka, florando en blast la sección percutiva.
El concierto llegaría a su fin vía "Samrknda", materializando el látigo de colores neón y armonías exóticas en una explosión de psicodelia sugerente, cerrando el encore con "El Salto del Gitano" y despidiéndose de la calidez mexicana al ritmo de flamenco.