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Amor, desamor, ira, deseo, tristeza, melancolía, felicidad... ejemplos de emociones que es imposible ocultar. Emociones que para la música lo significan todo, pues la composición de las piezas más magistrales fueron inspiradas por ellas u otras más.
Anoche en El Plaza Condesa tuve una explosión interna, gracias al bello concierto que Future Islands brindó sobre el escenario, pues la manera en que esta banda transmite sus melodías a los escuchas es tan intensa, que lo lleva a uno a un vaivén de emociones e introspección.
Previo a la banda estelar, Wet Baes fue el honorable telonero que con su live set se nota más consolidado como proyecto musical, inyectando mucha energía y emoción frente a nosotros, sin embargo, el público se notaba únicamente expectante y sin mucho movimiento sobre sus cuerpos, aunque los aplausos y vitoreo al final, confirmaron su gusto por este set inaugural.
La gente se veía ansiosa y con mucha energía en su ser a punto de desatarse, como aquella niña cuya energía se desborda luego de comer su algodón de azúcar. Pues bien, uno a uno, los integrantes de Future Islands se hacen presentes, mientras los gritos y los celulares se alzan. "Back in the Tall Grass" da por iniciado el recital. De inmediato me cautiva el poder que Samuel desata alrededor del escenario, y se nota inmediatamente en su rostro empapado de sudor.
Los aplausos son inmediatos y los acordes de "Beauty of the Road" se dejan venir, así como todos los recuerdos que esta canción revive, pero mi mente se distrae con el increíble control vocal y gutural que se muestra a lo largo de esta canción. "Ran", "A Dream of You and Me" y "Time on Her Side" continúan derrochando sentimientos entre las cuatro paredes del recinto, mismas que se comenzaban a humedecer por el intenso calor que se sentía, pues muchos de nosotros no parábamos de bailar desde iniciado el concierto.
La producción con la que Future Islands se presenta es minimalista, no requiere más que las luces necesarias para que la banda luzca bella en la tarima. Y realmente no necesitan mucha infraestructura, pues el verdadero espectáculo lo otorga Samuel, yendo de un lado hacia al otro del escenario, desgarrándose en la interpretación de cada canción.
Los temas continúan uno tras otro, sin darle paz a nuestro cuerpo: "Walking Through That Door", "Long Flight", "Doves", "Balance" y mi clímax y punto de catarsis emocional máximo "Cave". Bailo, canto, vivo, me siento libre de nuevo. La banda toca con un nivel de precisión admirable, con una ecualización ligeramente saturada en volumen, pero disfrutable gracias al buen audio del recinto.
Samuel es una bestia sobre el escenario, mira fijamente al público, con furia e intensidad, sus sonidos guturales contrastan con la sensibilidad de sus letras, impactando nuestros sentidos y estremeciendo nuestro corazón, se golpea el pecho, brinca, alza las piernas al ritmo de la música, escribe un nombre en el aire, mira hacia el cielo y lanza besos hacia ese ser que le motiva a cantar así. Es un frontman impecable, de esos que da gusto ver una y otra y otra vez.
Enfilados hacia la recta final "A Song for Our Grandfathers", "Light House" y la aclamada durante la noche "Seasons (Waiting for You)" desquicia a un público que durante el concierto anduvo algo corto de intensidad, pues era una mezcla heterogénea entre aquellos que observaban calmados y disfrutaban el concierto de forma más introspectiva y entre los que disfrutamos bailando el ritmo acelerado y frenético de cada tema. finalmente "Tin Man" y "Spirit" terminan con la primera fase del concierto, para darnos una pausa previa al emotivo cierre.
Este cierre del concierto con "Fall From Grace", un "Vireo's Eye" que consumió lo que nos quedaba de batería en el cuerpo y "Little Dreamer" que llevó al borde del llanto a Samuel por su intensidad, le dio un digno cierre a esta entrañable experiencia llamada Future Islands. Todo ciclo tiene un final emotivo, intenso y doloroso, sin embargo, la sensación liberadora al final y la expectativa hacia los distintos caminos que el futuro nos hará recorrer ilusiona y motiva a seguir sonriendo.