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A lo largo de estos últimos años hemos recibido un sinfín de propuestas independientes que han logrado en mayor o en menor medida atraer al público nacional que muchas veces se mantiene escéptico y renuente a la idea de la existencia de una llamada “escena” musical en nuestro país y principalmente en la Ciudad de México. Sin embargo, más allá de ser o no ser creyentes de estos movimientos generados por un gran número de colectivos independientes es de reconocerse la labor que, como amigos y como apasionados de la música, están realizando estos personajes.
El viernes pasados fuimos participes de una fiesta excepcional que tuvo como estandarte el sello de la música garage con bandas de distintas partes del continente. En Festival Carrusel no existió distinción entre talento, organizadores, asistentes o curiosos, cada uno de los presentes en el Foro Indie Rocks! fueron parte de un festejo a la camaradería.
El festival empezó desde temprano con la primer banda nacional. Desde Ixtapaluca comenzaba la presentación de Ugly Miss Piggy, banda que conocemos por sus siempre impresionantes shows llenos de energía y descontrol. Esta primer presentación era solo una diminuta muestra de lo que nos esperaba. La segunda y última banda nacional en salir al escenario fue Nelson y los Filisteos, quienes decidieron montar su setlist primordialmente con canciones de Tibio, su más reciente lanzamiento. Los ánimos comenzaban a calentarse, pero parecía que la mayor parte del público se guardaba para la mejor parte. Así, los de Guadalajara contaron con un reducido pero enérgico público femenino en el moshpit.
La segunda parte del festival vino acompañada de la presentación de Cardiel, dúo venezolano que ha logrado involucrarse en la escena nacional como parte de ella y de quienes hemos recibido un gran número de elogios, en parte por la gran ejecución de instrumentos sobre el escenario y en parte por la forma en que el público los acompaña: golpes, crowdsurfing y caídas fueron parte de su presentación. El ánimo no decayó a partir de este momento, al contrario, fue en ascenso y la fórmula se repitió entre quienes recibieron a Ardillas –representando a Puerto Rico–, con la misma energía que despidieron a Cardiel. Entre camisetas al aire y coros acompañando canciones como “Linda Niña” fue que el público se hizo parte de esta celebración boricua.
Afuera del foro el ánimo era amistoso; saludos, cerveza, fotografías y pláticas entre las bandas, organizadores y público, denotaban el propósito con el que se creó el festival. Finalmente en cuanto a música y ambiente nadie podía quejarse.
La parte final del festival comenzó con Ave Negra quienes han colocado a su país como un referente en la música independiente, tal como la Selección Nacional de Costa Rica ha reivindicado a los ticos como una potencia de la región en el plano futbolístico durante los últimos años. Su presentación fue quizás la más estruendosa de la noche, todos se animaron en el moshpit y no hubo descanso entre las casi 20 canciones que interpretaron, cada una de ellas renovaba los ánimos del público ya sudoroso, adolorido e incluso desvestido. Krokodil y Periquiqui se colocaron como las favoritas del público. Sin duda, Ave Negra fue la síntesis perfecta de todo lo que habíamos visto hasta el momento.
Finalmente era turno de la banda más esperada: Surf Curse. Los de Reno, Nevada se subieron al escenario ya con un público aparentemente más tranquilo; sin embargo, tan pronto sonaron rápidos acordes los asistentes no dudaron en prender de nuevo la pista para acompañar a Jacob Rubeck y Nick Rattingan durante su presentación. Arriba y abajo del escenario los chicos de Surf Curse se robaron el corazón de los fans pues pese a la brevedad de su presentación demostraron su entusiasmo en esta primera visita a México y el público no dudo en agradecerles entre gritos y aplausos.
La noche terminó cuando el personal de seguridad, siempre realizando su trabajo, nos invitó a desalojar el foro. Festival Carrusel terminó de gran forma y en su primera edición nos dejo con un gran sabor de boca sobre lo que se está realizando en la Ciudad de México en el sector independiente. Los colectivos involucrados (Violencia River, 96/97, Los Niños del C-RRO, Región y Bahama Records) demostraron que no son necesarios grandes escaparates para realizar un evento de calidad pues a pesar de no contar con la difusión deseada o con las bandas previstas (la triste cancelación de Mujeres), los organizadores supieron manejar la situación durante todo el proceso y nos otorgaron una noche que recordaremos por el dolor en nuestros brazos y por el gran talento que presenciamos por parte de las bandas. Sin duda, el próximo año nos volveremos a subir al Carrusel.