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Hay personalidades que cautivan por su genialidad, por su carisma, por sus múltiples y exitosas ocupaciones, por ser literalmente una orquesta de saberes y posibilidades. Estamos ante uno de estos casos excepcionales en los que la leyenda y la persona están unidos por una especie de halo que los hace parecer seres sacados de otra realidad. Este director de cine, arquitecto, actor, músico, guionista y quien sabe cuantas cosas más, nos deleitó con un recital que nos transportó hasta los profundos confines de la más underground comuna gitana, es ni más ni menos que Emir Kusturica.
La cita fue en el Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes y la pista de baile fue pre-calentada por Los Kamer, banda originaria de Ixtapaluca, Edomex, que han conquistado Europa con su música gypsy-balkan . Fue una apertura salvajemente adecuada y con estilo punk que puso a bailar y corear al público ritmos gitanos fusionados con tintes mexicanos.
El escenario se pintó de azul y se llenó de humo cuando apareció Emir Kusturica & The No Smoking Orchestra, vestidos con elegantes uniformes y unos enormes sombreros mexicanos al grito de “viva México, viva Serbia!”. Enseguida apareció entre el público la bandera de este país de Europa del Este de donde son originarios los músicos y que llevan orgullosamente su música y cultura alrededor del mundo.
Saxofón, acordeón, teclado, batería, bajo, trompeta, violín y guitarra son las armas con las que TNSO nos recetaron una alta dosis de música balcánica, se bailó y cantó a la vida a través de salvajes y atrevidos ritmos gitanos que en un instante se apoderaron de los presentes y nadie podía dejar de saltar, reír y disfrutar.
Emir Kusturica se unió como bajista de TNSO a mediados de los 80 y no tenía un papel estelar dentro de ella, todo fue distinto en 1999 cuando optaron por cambiar el nombre de la banda a Emir Kusturica & The No Smoking Orchestra, debido a la relevancia que Emir había obtenido a nivel global ganando dos veces la palma de oro en Cannes con su filme Papá está en viaje de negocios y por la épica comedia negra Underground, así como diversos premios y reconocimientos en todo el mundo. En 2001 dirigió Super 8 Stories un road movie que cuenta las pericias y el camino de la banda.
El enérgico recital fue una oportunidad para Emir de compartir su admiración hacia la Revolución Mexicana que, en sus propias palabras, fue la primera revolución popular del mundo. Habló un poco sobre Pancho Villa y Francisco I. Madero a lo que el público respondió al grito de “Zapata vive, la lucha sigue! Zapata y Villa viven, la lucha sigue y sigue!”.
Lamentablemente el Farewell Tour es la despedida de los escenarios para Emir Kusturica & The No Smoking Orchestra, agradecemos que hayan considerado a México para esta gira en la que demuestran que los gitanos son ciudadanos de todo el mundo y son capaces de contagiar con su esencia a cualquier persona sin importar quién sea ni donde este.