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Pospuesto hace dos años debido a la pandemia del coronavirus, Echoes Festival entró por la puerta grande a la escena de eventos masivos en la perla tapatía. El primer festival post-pandemia llegó a darle una bocanada de aire fresco a un público que ya estaba deseoso de escuchar música en vivo. El lugar que albergó esta fiesta de sonidos fue la Hacienda Benazuza a 40-50 minutos del centro de Guadalajara, y aunque pareciera que la idea de realizar el festival en salón de eventos donde se suelen hacer bodas o graduaciones era una mala idea fue todo lo contrario. Benazuza contó con muchas áreas verdes, árboles, pasto y hasta un lago en el centro (aunque no se podía nadar) que lograron no solo amenizar el momento sino darle un toque diferente. Las carpas para el sistema cashless -tan popular ya en la mayoría de eventos masivos-, algunos puestos de comida desde tacos hasta comida vegetariana y las carpas de venta de cerveza terminaban de crear la experiencia completa para denominarlo festival.
Al fondo del lugar rodeado de árboles y viveros un enorme escenario levantado era el altar que se necesitó para el combo sonoro perfecto, combo que duró hasta altas horas de la madrugada. Desde las 15:00 horas la gente empezaba a llegar, algunos para evitar el tráfico de la carretera y otros tanto solo para presenciar el banderazo inicial que en esta ocasión corrió a cargo de las bandas Weapons y Waveheads.
Ya avanzada la tarde y en punto de las 16:20 H Feng Suave el dúo holandés conformado por los compositores y productores Daniel De Jong y Daniel Leonard Elvis subía al escenario para complacer a todos los asistentes. Canciones como “By the Poolside” y “Maybe Another Time” fueron interpretadas para beneplácito de todos. Los siguientes en tomar la batuta fueron los originarios de Chicago, Illinois: Post Animal que con su rock psicodélico y potentes riffs sorprendieron a más de uno poniendo el lado salvaje a la tarde. Desde el inicio con canciones cómo “Gelatin Mode”, “Ralphie” o “Safe or Not” demostraron su maestría con los sonidos pero quizás la cereza del pastel fue el cierre brutal con su tema “Dirt Picker” desprendido de su segundo álbum titulado When I think of you in a castle que armó un mini slam entre el público.
Para ponerle un freno al momento, la sensualidad de Jameson -o JMSN pa los compas- llegó en el momento indicado. El oriundo de Detroit comenzó su set perfectamente con “Dondé Estás” derrochando esa sensualidad tan característica de él, no pudo elegir mejor canción ya que todos la cantaban al unísono con el. Su esbelta figura enfundada todo en ropas negras generaba sensuales pasos de baile al mismo tiempo que sus temas tales como “What Did I Get Myself Into” y por supuesto “Inferno”.
El ocaso no pudo tener mejor acto que el de los noruegos Kakkmaddafakka quienes ya son de los favoritos de los tapatíos. La fiesta se armó en grande con toda la energía que el grupo sabe hacer, sus característicos pasos de baile, brincos y carisma contagiaron a las casi tres mil personas que ya estaban en la hacienda. En ningún momento el ímpetu se perdió y en su lugar se fue incrementando hasta llegar a un cover de Bailando original de la banda belga de eurodance Paradisio. Agradecimientos al público y música de fondo del mítico Barry White cerraron su presentación.
Los horarios indicaban que era el momento de Roosevelt pero repentinamente gente de la organización da el aviso que se intercambiara su set con el de Darius, por lo que este último será el siguiente y el alemán con su banda el encargado de cerrar el festival. Si bien fue una jugada un tanto extraña por parte de la producción no hubo mucho que hacer. Aquí sí se ha de mencionar que el set de Darius bajó el ánimo de la gente y solo sus fans más acérrimos parecían disfrutarlo. Debido a eso, este se convirtió en el momento ideal para aprovechar para comer (o cenar dependiendo del caso), ir por bebidas o inclusive ir al baño. Una vez acabado el set de Darius venían unos de los artistas más esperados por todos.
En 2020 cuando se anunció la existencia del festival, los actos de Cuco y Men I Trust serían los encargados de engalanar la primera edición, pero por la crisis mundial que nos azotó hace dos años eso no fue posible, para muchos fue una tristeza pero para otros fue una fortuna. Cuco se bajó del cartel y en su lugar entraron los franceses de L'Impératrice y sin duda mejor cambio no se pudo tener. L'Impératrice visitaba por segunda vez Guadalajara para alegría de todos. Su primera visita se llevó a cabo en el marco de Akamba 2019 y dejó satisfecho a más de uno que por eso motivó su visita era más que deseada.
El sexteto parisino salió al escenario vistiendo overoles rojos con un enorme corazón de leds bordado en el, acomodándose en línea para saludar a la multitud y posteriormente comenzar con “Off to the Side” y de ahí una avalancha de temas que complacieron a todos. Su set fue el más interesante de la noche con la interacción al público, sus palabras de agradecimiento en francés y por supuesto todos sus temas que pusieron a bailar a pesar del frío de la medianoche. El toque final de la sublime presentación vino con “Piano Track” un tema inédito lleno de funk, psicodelia y muchos riffs que no han lanzado en algún álbum de estudio pero suelen tocar en sus presentaciones en vivo, en pocas palabras una maravilla.
Para cuando L'Impératrice finalizó su tema, muchos asistentes decidieron partir pero los que optaron por quedarse lograron comprobar porque Marius Lauber conocido como Roosevelt hizo tres fechas sold out en Ciudad de México. Con su Synth-pop con tintes de indie electronic, el germano logró hipnotizar a los que aún quedaban vivos después de este maratón musical pero ansiaban experimentar la primera visita del artista en el país. Después de casi 50 minutos su set terminó ya en las primeras horas del domingo pero dejando satisfechos a todos.
El ambiente, la música y la gente hicieron que el Echoes se sintiera como una experiencia salvadora de estos tiempos. Algo que la gente de Guadalajara y alrededores necesitaba desesperadamente. Un festival que abre el panorama para más propuestas musicales, sin duda la onda inicial creada por Echoes Festival se reflejará en años posteriores.