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Han pasado cinco años desde que el nombre de Clubz irrumpió en la escena musical. El tiempo ha recompensado y la banda continúa recolectando éxitos con cada una de sus presentaciones, sumados a los de su álbum debut, Destellos.
En esta ocasión, el dúo regiomontano llegó al escenario de SALA para ofrecer la experiencia de una presentación única que, al igual que su primer placa de estudio, estuvo llena de sorpresas y colaboraciones.
La noche arrancó al ritmo de Shiro Schwarz. Enfundado en su característica vestimenta a blanco y negro, el dueto audiovisual ofreció un viaje a la década de los años 70, para ponernos a bailar a través de una mezcla de sonidos funk y boogie.
Tras su breve participación, la agrupación dio paso a Wet Baes, quién apareció para tomar el control del escenario y calentar los ánimos entre los asistentes, regalándonos temas clásicos de su repertorio como “Midnight Caller”, “Dancing In The Dark” y hasta un cover a “Cool Cat” de Queen.
Tras media hora de espera y varios gritos de “otra”, el momento estelar dio inicio y Clubz se hizo presente. Coco Santos tomaba su lugar frente a los sintetizadores, Orlando Fernández se dirigía a la batería y un grupo de cuatro músicos se hacían cargo de los coros, bajo y saxofón.
Los gritos de los asistentes se hacían presentes desde el primer tema y acompañaban los coros de “El Rollo”, antes de dar inicio a “Réplica”. La velada avanzaba y la sensualidad se hacía presente con la primera invitada de la noche: Girl Ultra, quien se apoderaba de los micrófonos para cautivarnos al ritmo de “Cáile”, cuya versión original es acompañada por Buscabulla.
Las sorpresas continuaban y el dúo consentía a los asistentes con el sencillo “Épocas”, desatando la locura y los coros al interior del recinto. La euforia seguía su ritmo y daba paso al primer corte instrumental, “JAMZ”.
Era turno de viajar a 2014 y recordar el sonido de su primer EP, con temas como “Celebrando”, “Golpes Bajos” y “Visiones”.
Cuando creíamos que la noche no podía guardar más sorpresas, la banda daba la bienvenida a su segunda invitada: la argentina, Daniela Spalla; cuyo encanto y carisma fueron los encargados de acompañar los versos de “Nagano”.
Ya con el ánimo encendido y el ambiente a tope, Wet Baes regresaba al escenario para tomar el control de la batería, y unirse al ritmo de “Áfrika”. Aprovechando la euforia que se vivía en el recinto, Orlando no pudo resistir a tener un breve momento de crowd surfing y dejarse sostener por el público aglomerado al centro del escenario.
Fue así como llegamos a “Templos”, de la mano de un par de bailarines con vestimenta color naranja, recreando la coreografía que acompaña el videoclip del tema. El encore anunciaba que el final de la velada estaba cerca, pero la banda aún tenía un par de sorpresas.
Tras unos minutos de espera y peticiones del público, la banda regresó para regalarnos dos últimas interpretaciones: “Palmeras” y “Popscuro”; antes de que Girl Ultra y Daniela Spalla hicieran una última aparición, para acompañar los coros finales de una velada llena de destellos, brillo y sintetizadores. Una noche en la que los regios volvieron a conquistar los oídos y corazones de la capital.