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Fue hace casi un año cuando conocí a Charlie Rodd en una de las sesiones de Concierto Cable en el Foro 37 de la Colonia Juárez. En esa ocasión, un tímido músico recién llegado de Monterrey fue el encargado de abrir la presentación de Big Big Love. Ahora las cosas son muy distintas. Con su presentación en el Vive Latino en puerta y una gira por los puntos más importantes de la República, Charlie sigue recibiendo a sus invitados con una sonrisa tímida, pero la energía que transmite en el escenario es inevitablemente contagiosa.
Para deleite de los presentes, la noche también iba a ser testigo de Jazmín Solar, que con su pop acústico comenzó a armonizar la noche entre el cálido aplauso del público. No podían faltar los favoritos de Universo Dentro, su producción del 2014, como “Sabes bien” , “Invisible” o la reversión de “Voy Buscando Más”, aunque sin duda la más coreada por sus seguidores fue “Marilyn”, tema que terminó de despertar al ecléctico público presente.
Mención aparte para la banda de Jazmín Solar, que pese a que la noche y el lugar se veían muy tranquilos, desde la primera canción dieron muestra de su energía y poco a poco lograron agitar la atmósfera de Caradura, que con sus luces rojas se presentaba como el lugar ideal para una velada de este tipo.
Para cuando terminó su set, todos estaban más que listos para recibir al regiomontano. Un grupo de fans que desde las 9 en punto ocupaban las primeras filas se perdieron a Charlie caminando en el fondo del lugar durante toda la noche, pero finalmente su espera se vio recompensada. Charlie Rodd y su banda subieron al escenario y el romanticismo emanó de todos los rincones del recinto.
Las emotivas letras de temas como “Lo Que Siento”, “Sigue Navegando” o “Luz” hicieron que hasta la persona menos cursi comenzara a tararear los coros y aquellos que se veía que sólo iban acompañando a alguien terminaron moviendo los pies con el ritmo de su guitarra acústica. La gran favorita fue “Historia”, tema que me atrapó desde la primera vez que lo escuché en vivo y que ahora muestra una producción más trabajada. La canción se puede escuchar en su álbum del mismo nombre, y no pierde la simpleza que sólo un buen folk puede transmitir.
Hay sentimientos como el amor que son todo menos básicos, sin embargo, si los analizas desde su faceta más simple puede que los entiendas mejor. Algo así pasa con la música de Charlie, que con melodías sencillas y sin pretensiones apela a aquellos sentimientos que muchas veces nos quiebran la cabeza. La música lo hace parecer todo más sencillo. Es ésta una de las mejores cualidades del folk y lo que hizo de la noche en Caradura un concierto de lo más disfrutable.