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Sol, calor y outfits que irán perdiendo su glamour conforme avance el día, es lo que se vio durante las primeras horas del Festival Ceremonia, que regresa tras los dos años de inactividad generalizada a raíz de la pandemia. El cambio de sede y el line up, auguraban un día exitoso para la organización y así lo fue.
Era hora de iniciar y los primeros actos comenzaban a darse, en este grupo estaba Noah Pino Palo, cuarteto regiomontano, que mostró su emoción por el regreso a los escenarios, agradeciendo a su público con una enérgica presentación, y tocando material inédito. Selene también se presentaba en esta primera tanda, despidiéndose coreada y ovaciona. Estas primeras presentaciones muchas veces sirven para descubrir talentos emergentes, al igual que, darnos cuenta que estos artistas tienen un nicho fiel.
Ya entrando en ritmo el dúo de Chicago, Drama, hizo vibrar al Ceremonia, su combinación de R&B y electrónica puso a bailar a los asistentes, la poderosa presencia de Via Rosa lidero esta fiesta. Baja el sol en el parque bicentenario, y Molchat Doma interpretan música ad hoc, el synth pop oscuro de los bielorrusos baja los decibeles del Ceremonia, pero no su calidad, prueba de ello es la cautivante atmosfera que lograron crear en el escenario principal.
Después de recorrer el festival, y sus largos trayectos entre escenarios debido no tanto a su colocación, sino al manejo de las vías de acceso, hacía que por momentos se perdiera cierta fluidez, era tiempo de descansar, pero no se pudo gracias a uno de los momentos más esperados, la presentación de Snow Tha Product, rapera mexicoamericana, quien hizo explotar el escenario Agua Rifada, con un set lleno de confesiones, relacionándola íntimamente con sus fans. A media tarde y después de inicio accidentado, la británica Shygirl se recuperó tomando el escenario Traición, quedándole un poco corto a ella y su público, caso que se repitió varias veces en ese lugar.
Caída la noche, Nicola Cruz cautivó a los asistentes con su set en vivo, creando sonidos hipnóticos con visuales que lo acompañan en una muestra clara de destreza por parte del productor. Lleno total en el escenario Ceremonia para ver a la figura central del corrido tumbado, y una de las más controvertidas de la música mexicana, tal vez divida opiniones aún, pero aquí, Natanael Cano, estuvo cobijado por su público. Mientras tanto, la argentina Nathy Peluso, llenó el escenario con su presencia y mostró versatilidad, saltando de géneros en cada canción, yendo del pop a la salsa, pasando por el hip-hop y el trap, con plena naturalidad.
La nicaragüense Tokischa, conquistó al público con su mensaje de empoderamiento femenino a través de los ritmos urbanos. Descritas como crudas y directas, pero a fin de cuentas contundentes, sus fans no sólo gustan de sus letras, sino que las viven, su presentación no se sintió opacada en ningún instante por quien era una de las cartas fuertes del Ceremonia, C. Tangana, que nuevamente nos invita a la mesa. Esta es la tercer puesta en escena de El Madrileño en nuestro país, y como cualquier obra comparte la dualidad de que es otra y la misma cada noche que se presenta, en está ocasión no desaprovecho la oportunidad de interpretar “Ateo” con Nathy Peluso, momento que esperaban los asistentes desde la develación del line up completo.
Luego siguió el turno de Tainy, la mente detrás de prácticamente todos los éxitos del reggaetón y con casi 20 años de trayectoria, le bastaron los primeros dos hits para movilizar un mar de gente a corear, nos guste o no, los himnos de una generación. Llegaban las últimas presentaciones, y el legendario Wu-Tang Clan hacía acto de presencia, un repaso por su discografía hizo ondear el signo de la W por todo el Parque Bicentenario. Poderoso, carismático, es difícil encontrar el adjetivo correcto que describa el show de esta noche, sólo hicieron gala de la experiencia que les ha dado tantos años de trayectoria.
Otra de las figuras que se dio cita en el festival fue Arca, que convocó a sus seguidores desde temprana hora, esperando llegara el momento de esta misa electrónica llena de beats pesados e intervencionismo musical, mucha energía en espacio que quedó pequeño para contenerla. El primer escenario que cerraba sus actividades lo hizo con A$AP Rocky. Un show espectacular del oriundo de Harlem, fuegos artificiales, mosh pit, e incluso él lanzándose al público, hit tras hit, llenó las expectativas de quienes tanto lo esperábamos.
El segundo en cerrar fue Traición, siendo Channel Tres el encargado, con un concierto íntimo, atrapado en el ajuste de horario, que sin embargo se pudo disfrutar en una atmosfera idílica; la madrugada, el lago artificial y el hecho de que poco a poco salían los asistentes, dejando sólo a los necios y los fanáticos que también acompañaron a Bicep para cerrar esta edición del Ceremonia, los beats del dúo de Irlanda del Norte retumbaban por las instalaciones vacías y acompañaban a quienes emprendían su camino a casa, finalizando una nueva edición del festival, que en esta etapa de sanación y retorno, después de la ausencia obligada, aún sigue posicionado dentro de la agenda, dada su calidad y combinación ecléctica al elegir el talento.