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La chilena Camila Moreno lleva poco más de 8 años compartiendo su música con el universo, en sus inicios, con Al Mismo Tiempo (2009), fue un poco difícil para ella por la enorme atención que atrajo y tantos medios poniendo a prueba la sinceridad de sus letras o la intención de su música, atiborrándola de ataques al espíritu que estuvo a punto de mandarlo todo al infierno.
Gracias a todos los dioses locos no paró y posteriormente grabó un par de poderosas obras que constituyen toda la energía mística que la Cami logró sacar de su ser para componer música y letras muy humanas, muy sinceras, muy violentas, melancólicas, con todos esos sentimientos que una persona normal trata de ocultar todos los días. Panal (2012) y Mala Madre (2015) están llenos de aquellas vibraciones ancestrales que mencionamos y precisamente fue todo lo que la chilena ofreció la noche del miércoles en el Foro Indie Rocks!
Poco antes que marquen las 10, ya hay unas cuantas sombras impacientes moviéndose por todo el lugar, exigiendo sonidos que calmen su alma, el foro no estaba ni a la mitad de su capacidad advirtiendo que sólo los meros fans estaban presentes. Al mero inicio escuchamos “Libres y Estúpidos” salir del escenario que parpadea el nombre de Camila Moreno con imágenes psicodélicas de flamas y otras figuras, mientras cantamos a gritos las letras contra los entes del poder terrenal.
Fantasmas de todas esas sensaciones que tenemos dormidas volaron por el lugar y nos golpearon por todos lados, letras de despertar espiritual nos provocaron movimientos bruscos en todo nuestro cuerpo, espasmos de baile para dejar salir todo eso que teníamos encarcelado. “Bailas en los Polos”, “No Parar de Cerrar No Parar de Abrir”, “Incendié”, son esa sección de empoderamiento y en “Piedad” la cantante suelta risas de felicidad al escuchar al público gritando poderosamente el coro “competimos nadando en el asco de ser parientes”, a lo que responde la Cami: “qué lindo que todos compartimos el sentimiento de tener un familiar fascista”
La tristeza llegó para hacernos pasar un rato de felicidad soltando charcos de lágrimas con una sección melancólica. “Raptado”, “Te Quise”, “Sin Mi” nos hacen recordar todos esos amores incompletos, aquellos que perdimos o que nunca se lograron, pero que nos lastimaron hasta lo más profundo de nuestra existencia. Después vino una sección acústica, donde todos los músicos se despojaron de cables y micrófonos para cantar al natural, una sección muy bonita a la que se unió Ximena Sariñana interpretando “Lo Cierto” para terminar la trilogía del despecho.
La última sección integró un popurrí de canciones de Al Mismo Tiempo. Qué bueno que Camila está lo suficientemente cómoda con todo lo que la constituye, tanto pasado, presente como futuro, para interpretar sin problemas canciones de aquellos inicios. Una reversión enérgica, fuerte, extraña y completamente satisfactoria de “Máquinas Sin Dios” es la que pone fin a todo el ritual místico, mágico, brujo.