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Sentimientos encontrados, el calor a flor de piel, los accesos en la taquilla agotados, gente eufórica gritando "¡Jesse, Jesse!"… Así fue como se vivió la noche de ayer en el lugar más místico y underground del corazón de la Condesa.
Minutos antes de comenzar el show, tuve la oportunidad de llegar a la casa provisional de Jesse Baez, ya que días antes charlamos y acordamos realizar una sesión de fotos. En el punto de reunión ya se encontraba Adrián B., que en esta ocasión acompañaría en la tornamesa a Jesse.
Previo al espectáculo, charlamos sobre cómo es que es que ha evolucionado musicalmente el sello Finnesse Recorda, mientras esperábamos con ansias a que nos recogiera el taxi. Durante el recorrido al Caradura tuve oportunidad de conversar con ellos un rato, y me dijeron que se encontraban muy contentos por la gran cantidad de seguidores que tuvieron durante su presentación la semana pasada en el festival Ceremonia.
Entre risas bromeaban un poco: después de estar unas semana en la CDMX tenían más equipaje que cuando llegaron, y temían que la aerolínea les cobrará más por documentarlo. Una vez que llegamos al lugar nos trasladamos al backstage del escenario donde tuve oportunidad de realizar algunas fotos improvisadas antes del show de Jesse y Adrián B.
Cuando subieron al escenario la gente estaba vuelta loca, y de memoria, cantaba las canciones de nuestro amigo. Realmente me sorprendió, ya que a tan solo unas semanas de haber sido lanzado el disco, el 80% hacia coro en casi todas las rolas.
Cuando terminó el show del señor Baez, subió de inmediato al escenario C. Tangana y la gente enloqueció: no había lugar para nadie más, era muy difícil acercarme a tomar fotos, así que decidí esperar a que bajara la euforia de los asistentes.
Después de casi 45 minutos de esperar, no tuve éxito a que la gente se relajara y me dejaran pasar, así que contacté a Lalo Rojas quien, muy amablemente, me hizo un espacio detrás del escenario. Estando ahí pude realizar algunas tomas.
Sin duda una gran fiesta, una mezcolanza de culturas y talento, y también hubo una gran organización.