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Llegó la noche en la que la banda británica Bring Me The Horizon ofreció a sus fans mexicanos un concierto que representó la consolidación de un sonido nuevo, uno de los saltos más aventurados en la historia de la banda.
Si existe algo que podamos decir acerca de ellos es que ninguno de sus discos es parecido al anterior y logran poner su toque característico en cada uno de sus materiales de estudio. Sería bastante arriesgado decir que la banda está en el mejor momento de su carrera, pero algo es totalmente cierto, la gran mayoría de sus fans aceptan el cambio.
El First Love Tour llega a la Ciudad de México en martes después de haber pasado por Guadalajara y Monterrey. El animo de los asistentes estuvo presente en los accesos del Pepsi Center WTC dónde había personas que estaban formadas desde las 6 de la mañana. Las expectativas eran grandes, en fechas anteriores la banda había metido algunas sorpresas en sus shows ¿En México sería una excepción?
La banda encargada de la bienvenida fue Allison, quien regaló un pequeño set lleno de algunos de los materiales más pesados de la banda; y una que otra balada. Canciones como “Rompase el vidrio en caso de emergencia”, “Matar o morir” y “Algo que decir” retumbaban en el lugar mientras este se iba llenando poco a poco.
El intermedio en el que Allison cedió el escenario a los estelares de la noche fue corto, los ánimos subían a cada momento y los cuerpos se juntaban cada vez más, las luces se apagaron y el show comenzó.
Entre gritos de euforia un jardín floral se asomaba en la pantalla del escenario, un girasol, pasto verde, un cielo azul, y un sonido electrónico, eso solo significaba una cosa “Wonderful Life” abrió el set.
La primera parte del concierto fue dedicada a los sonidos rudos de la banda, claro, sin dar una sola referencia a la faceta deathcore de la banda, el moshpit se abrió en dos grandes círculos en la cancha al sonido estrepitoso en las guitarras y veloz en las baterías de “The House of Wolves”. “Mantra”, “Can You Feel My Heart” y “Shadow Moses” fueron unas de las más coreadas de la noche, sin olvidar "Drown", el momento acústico del show.
Es bien sabido que Oliver Sykes sufrió de algunos problemas en sus cuerdas vocales, inconveniente que casi hace que cancele gran numero de sus presentaciones. Sabiendo esto, pensar que la banda tocaría grandes éxitos de sus inicios con el deathcore fue una fantasía lejana.
La segunda mitad del concierto fue dedicada en su mayoría a las canciones pertenecientes a su más reciente material de estudio y uno de sus discos más criticados, Amo.
La llegada de First Love Tour a la Ciudad de México fluyó con el nuevo estilo de la banda, algo más parecido al rock alternativo con tintes electrónicos y un show de animación visual bien trabajado. En pocas palabras, una noche llena de referencias al sentimiento de afecto más buscado por el ser humano, el amor.